La carrera de las 5.600 vueltas alrededor de una manzana de Nueva York

Se llama Sri Chinmoy Self-Transcendence 3,100 Mile Race y a pesar del nombre tan largo, tiene breve explicación: 5.000 kilómetros alrededor de unos bloques de casas en Nueva York . Es la carrera más larga que se celebra en el mundo, certificado. Y una de las más raras también.

Barcelona-La Coruña, por carretera, cinco veces. Esa es la distancia aproximada que recorren los participantes de esta prueba de atletismo. Pero el paisaje que ven solo es una manzana del callejero de la ciudad neoyorquina: Avenida 84, atraviesan un patio de recreo, discurren por Grand Central Parkway, alrededor del colegio Thomas Edison, recorren la calle 168 y regresan a la 84. 5.649 veces.

Solo corran atletas con certificado en ultramaratones a los que les atrae el propio nombre de la carrera: la autotrascendencia. Y los que la acaban admiten que han trascendido sus propios límites , e incluso que adquieren conocimientos espirituales.

La primera regla es que hay 52 días para realizar la prueba, en la que pueden correr o caminar entre las 6 de la mañana y las doce de la noche. Esas seis horas en las que está prohibido correr deben comer, dormir o atender las lesiones producidas por el desgaste.

El récord: un cartero finlandés estableció una marca de 40 días, nueve horas y seis minutos, en 2015 . Mientras más de 4.000 personas han ascendido al Everest, solo 43 personas han concluido esta prueba en 22 años de historia.

No hay que olvidar que es una carrera al aire libre, con las condiciones de un verano en Nueva York siempre cambiante, además de húmedo, y con mucha posibilidades de lluvias torrenciales. No es raro ver a los atletas corriendo con paraguas. Tampoco está cerrada al tráfico o a los peatones con los que comparten la acera.

En estos 52 días, por supuesto, los corredores incluso pueden necesitar un corte de pelo. Son casi dos maratones diarios . Casi dos meses. 20 pares de zapatillas. Con cinco horas para dormir, comer, tratarse y seguir. El coronavirus ha impedido la celebración de la edición de este año, pero ya hay ganas de que llegue la siguiente. Hay valientes para todo.