Medio siglo atrás: un toro se escapa por las calles de Barcelona en una noche de Santiago frenética
Escapó de la plaza de Las Arenas y fue reducido por varias dotaciones de policía y personal de la plaza
La noche de Santiago de hace medio siglo resultó algo más que movida en la ciudad de Barcelona. Aquel sábado del 25 de julio de 1970 discurría con ambiente festivo en toda la Ciudad Condal, con muchos paseantes buscando algo de fresco tras una jornada calurosa. Por la tarde hubo toros en la Monumental, y para aliviar los rigores del verano en la plaza de Las Arenas se programó por la noche una novillada para noveles dentro del ciclo «Esperanza 70», que tan buena acogida tuvo entre los aficionados.
Se lidiaron astados de Nemesio González por cinco aspirantes a la gloria. Elías González, Platerito, El Charro, Orteguita y El Zamorano lucharon por un triunfo que no llegó. El festejo no despertó pasiones más allá de los inevitables revolcones. Pero todo cambió cuando el quinto, un animal agalgado, de pocas carnes y muchos pies, saltó limpiamente la barrera y, dado su ímpetu, acabó en el tendido . En el cuatro, cuentan las crónicas, se lió un revuelo monumental. Sustos, carreras, y pánico en los espectadores que trataban de huir del torete.
Entre el desconcierto, el animal tomó una salida hacia los pasillos de la plaza, hasta alcanzar la puerta del desolladero , por donde escapó a la calle.
Tomó la vía Cruz Cubierta en dirección a Collblanch para sorpresa de los muchas personas que a esa hora, sobre las doce de la noche, se encontraban en la zona. Tras el astado, salieron raudos el personal de la plaza, diversos toreros que se encontraban como espectadores en Las Arenas y todo un dispositivo policial que provocó la lógica alarma . Tres camiones de la Policía Armada, coches de la Guardia Urbana, dotaciones del 091... para dar alcance al fugado y evitar alguna desgracia. Finalmente, el eral fue abatido de dos disparos y apuntillado por el puntillero del coso.
Todo quedó en el susto, en un episodio para contar a los nietos, en una noche de Santiago que acabó en paz tras una intensidad que nadie esperaba.
Noticias relacionadas