Si Romeo fuera mujer
Urban Teatro presenta una recreación de la historia shakesperiana desde el punto de vista de los Montescos
William Shakespeare no solo es uno de los grandes dramaturgos de la historia (para muchos el más grande); es también una fuente inagotable de inspiración, y sus obras son gigantescos troncos de los que, cuatro siglos después de su muerte, siguen brotando infinitas ramas.
Urban Teatro , uno de los últimos espacios que se ha sumado a la resistente 'segunda línea' de la escena madrileña, lo demuestra estos días con 'Romeo', una obra escrita hace unos años por Julio Salvatierra y que, con dirección de Sara Pérez , interpretan Débora Izaguirre -alma mater de la sala-, Isabel Pintor y Rocío García Cano .
'Romeo' es una recreación escorada de la historia de amor más popular de la literatura universal. El autor se fija en uno de los dos bandos, los Montescos, y pone el foco sobre las acciones y los sentimientos de Romeo, Mercucio y Benvolio -aunque los intérpretes se desdoblan puntualmente en otros personajes-. Lo hace con humor, con cariño y sensibilidad, dando a su relato el perfume de los versos shakespearianos y conformando una atractiva y entretenida función.
La particularidad de la propuesta es que los tres actores imaginados por el autor son aquí tres actrices; el trampantojo funciona perfectamente porque Sara Pérez hace que sus actrices se desenvuelvan con naturalidad y lo que ve el espectador son tres seres humanos; Débora Izaguirre, Isabel Pintor y Rocío García Cano se divierten haciendo la función y, de este modo, entretienen al público.
Con la simple ayuda de una escalera y dos jardineras, única escenografía -minimalismo obligado-, las tres actrices se mueven con soltura sobre personajes y palabras , para completar un espectáculo sugestivo, sencillo en el mejor sentido de la palabra, y que se degusta con agrado.
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