Lola Herrera abandona el escenario por culpa de un móvil: «Es una falta de respeto»
La actriz interpretaba «Cinco horas con Mario» en Zaragoza cuando un teléfono empezó a sonar sin que nadie lo silenciara
De nada sirvió que una voz recordara a los espectadores, como es norma ya en los teatros de todo el mundo, la necesidad de apagar sus teléfonos móviles y la prohibición de realizar fotografías y grabaciones de audio y video. LLevaba Lola Herrera media hora de la representación de « Cinco horas con Mario », de Miguel Delibes , cuando, según ha contado El heraldo de Aragón, empezó a sonar un móvil sin que nadie lo apagase.
La actriz vallisoletana tomó entonces una decisión: interrumpió la función y abandonó el escenario. « No tuve más remedio que parar porque te vuelves loca con ese ruido; te destroza la cabeza», explicó la intérprete a la agencia Efe.
Lola Herrera interpreta estos días su emblemático monólogo -en el que una viuda «conversa» con el cadáver de su marido, todavía de cuerpo presente en su velatorio-, en el Teatro de las Esquinas de Zaragoza , donde estará en cartel hasta el 16 de febrero.
«Sonó insistentemente, muy insistentemente -ha narrado la actriz-, un móvil que nadie apagaba. La señora se fue muy enfadada por lo visto porque sus vecinos de butaca se enfadaron con ella pero no sé más». Tras unos minutos de interrupción, Lola Herrera decidió volver a escena y seguir con la representación a pesar de la dificultad que supone retomar en el mismo punto y meterse en el personaje.
«Es una cosa que s e repite con demasiada frecuencia y que es una falta total de respeto al público que está viendo la obra y a los que estamos trabajando», ha añadido.
Efectivamente, la irrupción del sonido de los teléfonos móviles -o de sus luces, tan molestas como aquél- se ha convertido en uno de los males de la escena actual, y ha provocado a menudo reacciones comprensiblemente airadas de los intérpretes. Hace algo menos de siete años, José María Pou estalló, durante la representación de «A cielo abierto», con Nathalie Poza , en el teatro Calderón de Valladolid.
Entonces, fueron varios los móviles que sonaron, e incluso uno de los espectadores contestó la llamada sin ningún miramiento, lo que provocó la reacción del actor catalán.
También es célebre la reacción de Kevin Spacey , que se marchó a su camerino durante una función de « Ricardo II » en el Old Vic londinense en la que varios móviles interrumpieron la representación.
Daniel Craig y Hugh Jackman representaban «A Steady Rain» en Broadway cuando pararon la función a causa de los móviles. Jackman se llegó a enfrentar a un espectador.
Hay algunos que reaccionan con humor. Charo López representaba «Tengamos el sexo en paz», de Darío Fo , en Barcelona, cuando sonó un teléfono. La actriz se dirigió entonces al propietario del móvil y le dijo: «Si es para mí, dígale que no puedo ponerme, que estoy trabajando». La ovación que escuchó entonces fue estruendosa.
Carlos Hipólito se mostraba hace unos años comprensivo con aquellios espectadores mayores que no saben cómo apagar el móvil cuando les suena. «Yo me fijé en que muy a menudo sonaban más los móviles en los minutos finales de las funciones, y me explicaron que, en muchos casos, son gente mayor a los que vienen a recoger sus hijos o sus familiares, y les llaman cuando calculan que ya ha terminado la función para decirles que les esperan en la puerta porque no pueden aparcar».
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