La tibia resurrección de Manic Street Preachers en el SOS 4.8

El grupo galés celebró en Murcia el 20 aniversario de su mítico «Everything Must Go», en una primera jornada junto a Chvches, Love Of Lesbian o León Benevente

James Dean Bradfield, cantante de Manic Street Preachers, en el SOS 4.8 EFE

ISRAEL VIANA

Había quienes se quejaban ayer del cartel de esta novena edición del festival murciano. Muchos repetían y algunos no habían faltado desde aquella primera edición de 2008 en la que se prometían «experiencias transgresoras». Rubén era uno de ellos y hablaba de este noveno año como «el peor de todos». Por el SOS 4.8 ha visto pasar a gente como Morrissey, Damon Albarn , Pet Shop Boys, The Chemical Brothers , Prodigy, The Flaming Lips, Pulp o Rufus Wainwright , entre otros. Pero todas las palabras se las llevó el viento cuando Manic Street Preachers pisó el escenario a las 21.35 para celebrar el 20 aniversario de aquel mítico disco que, en 1996, les encumbró: «Everything Must Go» .

Hasta llegar a la cita grande de la primera jornada del festival, el público se hizo el remolón. El mismo Rubén, uno de los primeros en llegar, vio el particular homenaje de Corizonas al rock de la vieja escuela «prácticamente solo». A la tormenta metalera y progresiva de los madrileños Toundra , que venían de apostar fuerte al tocar con éxito unos días antes en el Barclaycard Center de la capital, asistían unos cientos más. Y lo mismo ocurrió con los daneses Mew . Se puede decir que el SOS 4.8 no empezó hasta el concierto de Manic Street Preachers, con prácticamente todo el festival metido en el escenario principal. Nostalgia a raudales y ni rastro de las críticas sobre los artistas elegidos este año.

Allí Nicky Wire disfrazado de Sid Vicious, con la pertinente pegatina de Sex Pistols en su bajo, luciendo dos banderas de Gales sobre su amplificador. Sean Moore al fondo y James Dean Bradfield vistiendo la camiseta de líder y una actitud excesivamente formal. Como si con el simple hecho de situarse al frente, tocar al principio las canciones del álbum homenajeado de manera correcta y calcada a disco, fuera suficiente para justificar su presencia. Como si el millón de copias vendidas con él hace 20 años y premios Brit que los convirtieron en una de las grandes bandas del rock británico de los noventa (con permiso de Blur y Oasis , claro está) les bastara. Por eso la primera mitad del concierto resultó un tanto previsible, haciendo desfilar los de gales temas de «Everything Must Go» como si de una pasarela de moda se tratara: «Kevin Carter» , «A Design for Life», «Elvis Impersonator: Blackpool Pier»…

No fue hasta que se olvidaron de su aniversario para que el concierto diera un giro. Y eso se notó en unos seguidores a los que les cambió la cara cuando empezaron a escuchar temas de otros discos como «Motorcycle Emptiness» o «You Love Us» , de aquel debut, «Generation Terrorist» , con el que ABC los calificó en 1992 de «molestos, pretenciosos y arrogantes». Ese era el grupo que venía a ver, por ejemplo, Javi, de 46 años. Se proclama seguidor de los Ramones y The Clash , luce una camiseta de Loquillo y ha venido únicamente a verlos a ellos. Cantaba al aire sin parar temas como «Your Love Alone Is Not Enough» , «Ocean Spray» o «Roses In The Hospital» . «Los sigo desde que en 1992 publicaron su primer disco, que pedí por correo en vinilo para que me lo enviaran a Murcia, ya que España no se había publicado».

La liberación de su aniversario le vino bien a Bradfield y compañía, que se alejaron de esa zona tibia para mantener al público con los pelos de punta hasta el final. Dieron palmas con «You Stole the Sun From My Heart» mientras se escuchaba a alguien gritar entre el público: «¡Hemos crecido todos con esta canción, tienes que sabértela!». Y acabó la noche en lo más alto, como no podía ser de otra manera, con aquel tema que sonaba en la MTV decenas de veces al día: «If You Tolerate This Your Children Will Be The Next» . Bradfield entonó los coros finales solo y a capela cuando sus compañeros ya habían abandonado el escenario… y el público se rindió (a los años 90).

Love Of Lesbian

No faltaron en la noche del SOS las estrellas del «indie» español. Las consagradas, como Love Of Lesbian , y las que van camino de consagrarse, como León Benavente . Los primeros tenían al público caliente tras el concierto de Manic Street Preachers, aunque vista la legión de seguidores que traían (parecía que contaban con más parroquianos que los galeses) no parece que les fuera a costar mucho levantar el ánimo. Era uno de los conciertos más esperados del día y cumplieron con las expectativas sobradamente.

Irene se había trasladado desde Albacete solo para ver su actuación. Hablaba con pasión de sus primeros discos, tales como «1999». Ella, su grupo de amigos y las decenas miles de fans de la banda de Barcelona cantaron emocionados temas como «Incapacidad moral transitoria» , con un Santi Balmes quitándose su chaqué y quedándose a pecho descubierto entre los aplausos del público. Y corearon éxitos como «John Boy» , «Si tú me dices Ben, yo digo Affleck» , «Belice» o «El poeta Halley» . POP con mayúsculas el que se escuchó hasta el final, cuando «Algunas plantas» puso a toda la audiencia de cuclillas imitando al grupo. Un final apoteósico en el que se rindió un bonito homenaje a Prince , con «Purple Rain» sonando de fondo mientras el grupo, con el refuerzo de lujo de Ricky Falkner (esta vez a la guitarra y no al bajo como con Standstill), recibía la ovación pertinente.

Una parte del público comenzó a abandonar el recinto con el final de Love Of Lesbian. León Benavente, eso sí, mantuvo los rescoldos vivos con un Abraham Boba que parece sobradamente preparado para hacer de líder de esta banda que va camino de situarse en la pole del rock y el pop (mal llamado) independiente español, después de años siendo uno de los escuderos de lujo de nombres consagrados como Nacho Vegas . Y tan pronto pasan del pop, al rock como airean cierta actitud propia del rap sin que te des cuenta de que la fiesta ha cambiado. Acostúmbrense a verlos en festivales, porque se van a quedar mucho tiempo.

Se acercaba el final y se hizo la música electrónica. Fueron muchos los seguidores que venían a disfrutar del último tramo de la noche. David, a quién no le gusta «nada el indie», venía desde Ávila solo a darse «un fiestón» con Luciano a partir de las 4.40 horas. Pero la última gran apuesta de la noche fueron Chvrches , capaces de poner a bailar desde la primera a la última fila a todo aquel que entre en su radio de frecuencia sonora. Pop a base de sintetizadores con una increíble Lauren Eve Mayberry al frente. Una actuación sin fisuras para que los allí restantes se fueran a casa con una sonrisa antes de encarar la segunda jornada. Esto aún no ha acabado…

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación