Sabina cancela su concierto en Madrid tras caerse del escenario
El cantante retomará su espectáculo con Serrat el 22 de mayo en el WiZink Center
El WiZink Center está maldito para Joaquín Sabina. Tras el ataque de pánico que lo dejó sin habla sobre su escenario en junio de 2018, obligándole a cancelar su actuación, el artista sufrió anoche una fuerte caída que forzó la suspensión de su concierto junto a Joan Manuel Serrat.
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Habían pasado unos cuarenta y cinco minutos del recital, enmarcado en la gira «No hay dos sin tres», cuando Sabina se desplomó sobre el foso de separación con el público, para estupefacción de los miles de fans congregados en el antiguo Palacio de Deportes. La música se detuvo, y unos instantes después un equipo de sanitarios se lo llevaba en camilla. «Sabina se ha caído del escenario a plomo. Lo sacan en camilla. El WiZink con el alma en vilo», tuiteaba un espectador, acompañando el texto con un vídeo de la evacuación del músico.
Cegado por un foco
En las redes sociales se habló de un posible «desmayo», aunque fuentes de la organización del espectáculo transmitieron que un foco habría deslumbrado al cantautor, provocando el traspiés que acabó en la aparatosa caída.
Era el cuarto concierto de la nueva gira de Serrat y Sabina en el WiZink Center, la segunda consecutiva tras el recital ofrecido el pasado martes, en el que ambos «se burlaron de la vejez», con «un brillo en los ojos que eliminaba cualquier sombra de viejos gatillazos» como describía la crónica de este periódico.
La caída se produjo después de que Serrat cantase «Mis amigos» y ofreciese un discurso sobre la amistad. Entonces salió Sabina, y mientras hablaba y caminaba por el escenario, se precipitó súbitamente al foso, unos dos metros más abajo. Instantes después, la organización comunicó por megafonía que el artista estaba consciente, y que incluso había hablado con los sanitarios mientras lo sacaban en camilla. La empresa promotora de la gira lo confirmó a este periódico pasadas las diez de la noche: «No ha perdido la consciencia en ningún momento. Una luz le ha cegado, no ha visto que si daba un paso más ya no había más escenario, y por eso se ha caído al foso».
Tras unos minutos de incertidumbre, Sabina reapareció en el escenario en silla de ruedas, empujado por Serrat. «Estoy bien, estas cosas solo me pasan en Madrid», dijo con sentido del humor. Sin embargo le fue imposible continuar por el dolor en un hombro, por lo que decidió suspender el concierto «con todo el dolor del mundo». El artista continuó disculpándose entre los vítores y aplausos de sus fans: «Tengo que ir al hospital porque tengo el hombro muy, muy, muy dolorido. No se imaginan cuánto lo siento». Mientras se despedía entre gritos de «¡te queremos!», Sabina prometió a sus fans repetir la actuación en mayo. «No tiren las entradas los que quieran venir, estamos confirmando que será el día 22».