Olga Peretyatko: «Mozart es el mejor psicólogo que existe»

La soprano rusa interpreta a Pamina en la producción de «La flauta mágica» que se presenta en el Teatro Real

Olga Peretyatko, en el Teatro Real Matías Nieto Koenig
Julio Bravo

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Olga Peretyatko (San Petersburgo, Rusia, 1980) parece de todo menos frágil. La soprano, que interpreta a Pamina en la producción de « La flauta mágica » que presenta el Teatro Real desde mañana y hasta finales de febrero, desprende seguridad y aplomo hasta cuando se refiere a sus debilidades. Practica el yoga nidra porque le relaja y le recarga de energía, fue karateca, le gusta correr -«mejor que el gimnasio»-, se mueve por Madrid con patinete y ha descubierto en esta segunda visita nuestra ciudad -la primera fue para cantar « Rigoletto » a finales de 2015- el sentido de nuestra siesta. «No lo entendía, pero he comprendido que si haces un pequeño descanso después del almuerzo se sana el sistema nervioso. Y ahora me duermo media hora después de comer». Hay quien dice que los españoles y los rusos tenemos un carácter similar. «Los rusos y los españoles -asiente-nos parecemos en que a los dos nos gusta dejarlo todo para el último momento».

Las funciones del Teatro Real (Olga Peretyatko canta los días 21, 25 y 30 de enero, y 2, 7 y 10 de febrero) supondrán el debut de la soprano en el papel de Pamina ; será el tercer personaje de «La flauta mágica» que encarne; «hice la Reina de la Noche en el Conservatorio y Papagena cuando estaba en el Opera Estudio de Hamburgo». «Mozart es así, puedes cantar todas sus partes... Bueno, casi todas. Ayer, después del ensayo, pensaba: ¿Por qué no habré cantado antes este papel?»

La propia cantante se responde a esta pregunta. «Al principio de mi carrera -de toda carrera, en realidad-, lo que buscaba era demostrar ... Y cuando solo buscas demostrar que eres la más joven, la más bella, la más alta... entras en un camino hacia la neurosis. Con los años y la experiencia me estoy tranquilizando... Hace unos años tuve una crisis vital ; creo que todos, pasados los treinta años, tendríamos que ir al piscólogo para entender todos los procesos que vive nuestra mente. No entendemos por qué no somos felices con las cosas que nos producían felicidad antes... Yo en dos años he cambiado de país de residencia, de marido, de representante.... Sentía que me estaba volviendo loca , no quería cantar, no quería viajar, me sentía cansada. Pero la he superado, soy más fuerte que antes y canto mejor que antes seguramente. Llega un momento en el que te das cuenta de que el público te comprende. Los críticos fueron los primeros en darse cuenta de este cambio en mi voz y mi forma de cantar. La voz es como una máquina que ha de ajustarse con el tiempo , y solo se puede hacer trabajando».

Se defiende Olga Peretyatko de los que alababan su técnica pero le acusaban de frialdad. «Tiene que ver con el repertorio belcantista ; las agilidades exigen un control de la técnica que te dificultan llegar al fondo de la emoción. Alberto Zedda , el gran especialista rossiniano, decía que la técnica no es más que control».

Los personajes belcantistas son, en general, menos interesantes que los del verismo, por ejemplo. La cantante ha empezado a asumir personajes que, como la protagonista de « Anna Bolena », de Donizetti, tienen mucha fuerza. «Es verismo tras el bel canto», explica. Pero no tiene prisa por sumergirse en un repertorio diferente. «Si, y ojalá ocurra, tengo un niño, es posible que me cambie la voz , y será el momento de abordar otras óperas... Pero no lo sé. Ahora prefiero estar en el público y ver a la Mimí de “La bohème” o a Tosca, dos personajes que adoro -bueno, a Tosca quizás menos, porque es una histérica-. Además, es difícil encontrar a un director de orquesta adecuado que sepa cuidar a los cantantes en este repertorio»,

La solución la ha encontrado, también, con los años. «He comprendido que es la voz, el timbre, el color, lo que llega al alma . No quiero decir que no haya que cuidar la afinación, que no haya que cantar las notas con exactitud... No. Hay que combinar el corazón y la mente, la emoción y la técnica. Y el equilibrio se alcanza con la madurez . Pero está todo en la cabeza».

Cuanta más vives, mejor cantante eres, dice Olga Peretyatko. «Si no te pierdes -matiza-. Yo he estado seis años sin vacaciones . Durante este tiempo no hacía otra cosa más que volar y cantar. Hasta que me dí cuenta de que tenía que parar, porque a veces me despertaba por la noche en el hotel y no sabía dónde estaba; las habitaciones son más o menos iguales. Y decidí que tenía que tomarme unas vacaciones».

La soprano rusa encontró un aliado en Wolfgang Amadeus Mozart . « Es el mejor psicólogo que existe . Conoce perfectamente al ser humano, sus actos negativos y sus actos positivos. Es asombroso como un hombre tan joven -no nos olvidemos de que murió con tan solo 35 años- tenía tanta sabiudría. Es increíble». Además de psicólogo, Mozart es un maravilloso profesor de canto. «Así es. Ocurre lo mismo con el bel canto: es una base para todo. Vengo de cantar ”Don Pasquale”, “Lucia di Lammermoor” y “Anna Bolena”, y la Pamina de “La flauta mágica” es, vocalmente, como unas vacaciones. Es un papel que hace bien, aunque tenemos un coach de alemán que no nos pasa ni una», ríe.

Y es que la producción del Teatro Real de la ópera de Mozart es, para los cantantes, tremendamente exigente ; no hay decorados, únicamente proyecciones, y ellos han de sincronizar sus movimientos con los de las imágenes. Pamina, asegura Olga Peretyatko, tiene tres mil cosas en qué pensar: «cambios de vestuario, movimientos... ¿ Por qué no seré un bajo ? -bromea-. Sarastro se sienta y canta. Nada más».

Pero ahora, en el filo de los cuarenta años, reconoce la soprano que disfruta mucho más del escenario. «He comprendido que no hay que dar nada por sentado. Hay que dar gracias por cada día que vives y no dejar nada para mañana. Pienso en Dmitri Hvorostovsky -un barítono ruso que murió hace catorce meses con tan solo 55 años-. Era muy joven, no esperaba morir. Nadie espera morir a esa edad. Eso es una advertencia para todos, porque nos hace darnos cuenta de que hay que vivir el día a día».

Ha hablado Olga Peretyatko de crisis personal. No es una excepción en el mundo de la lírica, donde cantantes como los españoles Ainhoa Arteta y Carlos Álvarez , o el mexicano Rolando Villazón tuvieron problemas vocales al atravesar el umbral de los cuarenta. « Las crisis son una señal ; la reacción puede ser pesimismo, hablar mal de todo o, al contrario, darle la espalda. Yo prefiero esta segunda opción, pero es una elección. La vida está llena de decisiones; hablar mal o no, ir a la derecha o a la izquierda, decir que sí o que no, cantar o no cantar, beber agua o una cerveza... Todos los días nos enfrentamos a decisiones. Y no entiendo a quienes adoptan una acitud negativa, porque además yo creo que todo vuelve a nosotros, Es el karma ».

Lamenta que haya una concepción moderna del cantante como un deporsista: «Más rápido, más fuerte, más alto...» «No sé, es el mundo el que está cambiando ; se está volviendo mucho más caótico, todo es información cada vez más veloz... Hace poco me he puesto gafas, porque tengo miopía y cuando estaba en el teatro, por ejemplo, no veía bien de lejos. Me las puse dos días y lo veía todo con total claridad... Y pensaba que quizás la vista imperfecta protege al cerebro frente a tanta información exterior. No necesitamos leer perfectamente un cartel que está alejado de nosotros. Ocurre lo mismo con la información o con las redes sociales. No necesitamos saber determinadas cosas de los demás... Y yo uso las redes sociales, pero hay que ser moderado». Y, sobre todo, sincero. «He decidido que no quiero más mentiras en mi vida . Es más fácil y mejor vivir cuando todo está claro».

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