El Festival de Glastonbury, cancelado por segundo año consecutivo

El evento ha anunciado que la edición de 2021 tampoco tendrá lugar, debido a la crisis del coronavirus

Festival de Glastonbury Archivo

Nacho Serrano

Era la crónica de una cancelación anunciada. El Festival de Glastonbury , que estaba previsto para la última semana de junio, tampoco volverá a celebrarse este año. Sus organizadores son conscientes de que el coronavirus sigue y seguirá instalado en nuestras vidas durante unos meses más, y han decidido dejar el regreso del macroconcierto más famoso de Europa para 2022.

La noticia ha sido anunciada a través de la cuenta de Twitter del evento: «Con gran pesar, debemos anunciar que el Festival de Glastonbury de este año no se llevará a cabo. Y que este será otro año de barbecho obligatorio para nosotros . Las entradas para este año se transferirán al próximo».

«A pesar de nuestros esfuerzos por mover cielo y tierra, ha quedado claro que simplemente no podremos hacer que el festival se lleve a cabo este año. Lamentamos mucho decepcionaros a todos», continúa el comunicado, donde se informa de que se mantendrá la política de entradas , ofreciendo a quienes obtuvieron una entrada en octubre de 2019 la oportunidad de transferir su depósito de 50 libras al próximo año, y garantizar la oportunidad de comprar un abono para Glastonbury 2022. «Estamos muy agradecidos por la fe y la confianza depositadas en nosotros por aquellos de ustedes con depósitos, y estamos muy seguros de que podemos ofrecer algo realmente especial para todos en 2022. Os agradecemos vuestro increíble apoyo continuo y esperamos que vengan tiempos mejores», termina el comunicado.

En diciembre, Emily Eavis, una de las organizadoras, le dijo a la BBC que el festival estaba «haciendo todo lo posible para planificar y preparar, pero creo que todavía estamos muy lejos de poder decir que estamos seguros de que 2021 seguirá adelante», y señaló que perdieron «millones» en 2020, cuando se vieron obligados a cancelar tres meses antes del evento .

Esta noticia puede generar una oleada de cancelaciones en Reino Unido y también en el resto de países europeos, por dos motivos. El festival iba a contar con cabezas de cartel estadounidenses como Taylor Swift o Kendrick Lamar , que probablemente ya no contemplarán cruzar el charco para actuar en otros eventos europeos tras perder el que más dinero les iba a reportar, y lo mismo ocurrirá con muchos otros artistas de menor calibre. Por otro lado, el resto de festivales de verano saben que darán una imagen temeraria si siguen adelante después de la cancelación del referente del sector.

Fuentes del sector consultadas por este periódico mantienen cierto optimismo en cuanto a la celebración de festivales veraniegos en España «que no congreguen a más de diez mil personas, convenientemente divididas en sectores». Pero la idea de un Mad Cool, un Primavera Sound o un Bilbao BBK recuperando su estampa habitual en 2021 empieza a parecer una quimera.

Un anuncio de consecuencias devastadoras

Hace unos meses, los organizadores de Glastonbury explicaban que la dificultad para garantizar el distanciamiento social en un festival que reúne a más de un cuarto de millón de personas sería el principal escollo para volver en 2021, sobre todo teniendo en cuenta que sería muy difícil tener a todos sus asistentes vacunados contra la Covid-19. «Controlar a quinientas personas es posible, ¿pero a 250.000? Son demasiadas», dijo Michael Eavis, que poco después aseguró a «The Guardian» que no podía permitirse retrasar dos años el regreso del festival: «Tenemos que celebrarlo en 2021, o de otra manera entraremos en un riesgo serio de bancarrota. Tiene que celebrarse el año que viene, tenemos que seguir. Y si no se celebrara, significará echar el telón. No creo que pudiéramos esperar otro año más, porque no tenemos recursos ilimitados. Sacamos lo suficiente para ir de año en año».

El exdirector global de música de la agencia de talentos William Morris Entertainment y cofundador de Lollapalooza, Marc Geiger, ya dio un pronóstico desesperanzador cuando se le preguntó por el tema en The Bob Lesfetz Podcast el pasado mes de julio. «En mi humilde opinión, será en 2022», respondió. «Llevará todo ese tiempo para que, lo que yo llamo la economía virusfóbica sea lentamente eliminada y reemplazada por la economía de claustrofobia. Es cuando la gente querrá salir a cenar y volver a sus vidas cotidianas, ir a festivales y conciertos». Mencionó también: «Es mi instinto. Va a tomar tiempo para que los eventos superdifusores, deportes, festivales, espectáculos, etc... Funcionen bien mientras el virus esté presente».

Geiger explicó que hay «probablemente 20» obstáculos que deberán superarse antes de que este tipo de eventos masivos puedan volver a celebrarse. «El virus y la enfermedad son uno, el espacio y la densidad son otros. Así como la seguridad y la responsabilidad de los organizadores». Además, señaló que los promotores deberán encontrar una aseguradora dispuesta a cubrir eventos de tal magnitud con la amenaza de la pandemia aún latente. Algo que se antoja realmente complejo. «Los próximos seis meses pueden ser más dolorosos que los últimos seis meses, y tal vez los próximos seis meses de después, lo sean aún más», auguró Geiger.

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