El último enigma de Holly Golightly, la inolvidable protagonista de «Desayuno con diamantes»
El borrador final muestra que Truman Capote le cambió el nombre a la protagonista y rebjó el contenido sexual de la novela justo antes de entregarla a la editorial
«La razón fundamental por la que escribí acerca de Holly, además de que me encantaba, fue que era el símbolo de todas esas chicas que venían a Nueva York y giraban alrededor del sol por un instante como el mes de mayo vuela y entonces desaparecen . Quería rescatar una chica del anonimato y preservarlo para la posteridad ». Así definía Truman Capote a Holly Golightly, sin duda, uno de sus personajes más célebres.
Casi seis décadas después de su publicación, la protagonista de «Desayuno con diamantes», inmortalizada en la gran pantalla por la inolvidable Audrey Hepburn , desvela el último de sus secretos. El genial escritor americano le cambió el nombre justo antes de entregarlo a la editorial.
De este modo lo muestra el texto mecanografiado final de «Desayuno con diamantes», que va a ser subastado por la casa Sotheby's , con un precio de salida de entre 130.00 a 200.000 euros. Las hojas muestran que revela que Truman Capote tachó su elección original, Connie Gustafson , y lo reemplazó con Holly Golightly.
El también autor de «A sangre fría» dio así un inesperado giro de timón en el último momento de una de sus novelas más célebres. «La creación ficticia más duradera de Capote, un espíritu libre encantadoramente contradictorio enfundada en un pequeño vestido negro (tal vez, de hecho, EL pequeño vestido negro), Holly Golightly ha hechizado e inspirado durante más de sesenta años, pero el personaje sólo llegó a su forma completa en este borrador final. La famosa guitarrista que vive de sus encantos, que nunca sale sin sus gafas oscuras (...) se llamaba, hasta que Capote tomó su lápiz por última vez, Connie Gustafson», señala Sotheby's.
«Mientras que Connie Gustafson puede ser más creíble como una chica de Tulip, Texas, nunca habría tenido el impacto en el mundo que ha tenido como Holly Golightly. Sin duda uno de los grandes nombres de la comedia moderna, es tan magníficamente inverosímil como su dueña», remata la casa de subastas.
Capote envió en mayo de 1958 esta versión a Random House, que publicó todas sus principales obras, justo antes de que éste partiera para hacia Grecia. La editorial se preocupó entonces por el contenido sexual de la historia , y la posibilidad de ofender a la firma de joyería Tiffany’s, por lo que canceló su publicación en el último momento en Harper’s Bazaar. Un ofendido Capote vendió entonces la historia a Esquire, pero en el momento en que apareció en la edición de noviembre, Random House ya había publicado la novela en forma de libro.
Contenido sexual
Además del nombre, en el texto se puede ver cómo Capote r ebaja el contenido sexual, aunque sigue siendo más explícito que el que aparece en su versión cinematográfica de 1961. Por ejemplo, en su famosa definición de «mean reds» (mezcla de ansiedad, miedo y enfado) el escritor incluía: «Vaya, me he tirado al heno con algunos verdaderos horrores sólo porque no podía soportarlo más. Tenía que hacer que alguien me abrazara».
Otro, y más escandaloso , ejemplo viene en una conversación posterior entre Holly y su compañera en la caza de hombres Mag Wildwood. Ésta última admite que durante el sexo se imaginaba la estatua de su antepasado «Papadaddy Wildwood» con uniforme militar que se encontraba en su ciudad natal. Este fragmento se suprime en su totalidad.
Este documento supuso la etapa final de una larga y compleja historia de escritura . Capote describió en una entrevista de 1957 con Pati Hill que escribía sus primeros borradores a mano. «Luego escribo un tercer borrador en papel amarillo, un cierto tipo de papel amarillo muy especial ... cuando el borrador amarillo está terminado, guardo el manuscrito por un tiempo, una semana, un mes, a veces más. Cuando lo saco de nuevo, lo leo lo más fríamente posible, luego lo leo en voz alta a un amigo o dos, y decido qué cambios quiero hacer y si quiero o no publicarlo. He tirado unas cuantas historias cortas, una novela entera y la mitad de otra. Pero si todo va bien, escribo la versión final en papel blanco y eso es todo».
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