Día del Libro
Un Sant Jordi para apuntalar la remontada
Los libreros confían en esquivar la lluvia y superar los 20,35 millones de euros que se facturaron el año pasado
Ni los fastos conmemorativos de Shakespeare y Cervantes ni la cada vez más intrascendente rivalidad entre los mediáticos y los literatos de pro. A pocas horas de que el Día del Libro transforme Cataluña en una gigantesca y superpoblada librería itinerante, si algo le está robando casi todo el protagonismo a Sant Jordi es un fenómeno tan azaroso e imprevisible como el clima.
Poco importan, pues, las listas de los más vendidos cuando no hay mejor lectura que la del parte meteorológico; un puñado de líneas capaces de quitarle el sueño a libreros, editores y, en general, a toda una industria que confía, como señalan las últimas previsiones, en que la lluvia llegue cuanto más tarde mejor. Ante la duda, mejor buscar un buen paraguas que no desentone al lado del libro y la rosa.
El caso es que, con un ojo en el cielo y el otro en los cuadrantes de ventas, el libro se echa de nuevo a la calle para buscar lectores y, si el tiempo lo permite, confirmar ese repunte en las ventas que se venía experimentando en los últimos años. Una mejoría discreta en la que los libreros confían para superar los 20,35 millones de euros que se facturaron el año pasado. «Tenemos la esperanza de seguir con esta tendencia positiva, no solo porque tengamos ganas, sino porque la situación del mercado parece que ha tocado fondo en su bajada y que poco a poco vamos mejorando. , señalaba hace pocos días el presidente del Gremio de Libreros, Antoni Daura, durante la presentación de las previsiones
El reto está, pues, en mantener la remontada y sobrepasar esa cifra de 1,5 millones de ejemplares vendidos en 2015 durante el día de Sant Jordi, y argumentos para conseguirlo no faltan. No es casualidad que, año tras año, se intente relativizar la importancia de las codiciadas listas de los más vendidos señalando que no representan más del 10% total de las ventas. Tampoco se trata de llegar al extremo de un libro distinto para cada lector -todo llegará-, pero con 400.000 títulos diferentes es difícil, muy difícil, que uno no encuentre lo que busca.
Ya advirtió el jueves Claudio Magris, pregonero de este Sant Jordi en el que se conmemora también el 700 aniversario de la muerte de Ramon Llull , que los libros son criaturas vivas y un factor de socialización, y como tal se reivindicarán este sábado en una nueva y maratoniana sesión de firmas, ventas y escritores a la carrera brincando de librería en librería.
Más de trescientos escritores
Sólo en Barcelona se sumarán a la fiesta más de trescientos escritores, cada uno con su libro a cuestas, en un año que llega acompañado de un fuerte componente simbólico: será el primer Sant Jordi de la c apital catalana como Ciudad de la Literatura según la Unesco, razón por la que se ha buscado potenciar el perfil internacional de la celebración invitando a libreros de Francia, Dinamarca, Alemania, Escocia a conocer de primera mano en qué consiste esta gran jornada de culto a la palabra escrita.
No faltarán firmas habituales como la del incombustible Francisco Ibáñez, Eduardo Mendoza, Enrique Vila-Matas o David Trueba y ausencias igualmente tradicionales como la de Albert Sánchez-Piñol, pero este Sant Jordi estará marcado también por el estreno de autores como el sueco Jonas Jonasson, quien se suma por primera vez a la cita después de que la gallina que le regaló su editora, convenientemente bautizada como Sant Jordi, se convirtiese en el almuerzo de un zorro.
El de Jonnason, autor de la cómica «El matón que soñaba con un lugar en el paraíso» , será precisamente uno de los nombres que habrá que buscar al término de una jornada que, a juzgar por el comportamiento de las listas de ventas de los últimos días, encumbrará también a Víctor Amela, Juan Marsé, Víctor del Árbol, Sergi Pàmies, Julia Navarro, Mario Vargas Llosa o Màrius Serra. Un podio repartido y cambiante en el que la primera posición, sin embargo, está reservada para quienes se echen a la calle en busca de un libro. O, ya puestos, de más de uno.