Francisco Brines: «La poesía me ayuda a pisar arena dentro del mar»

Desde su casa en Oliva (Valencia), el premio Cervantes se muestra contento con el galardón y apela a la importancia, ahora más que nunca, de la poesía como refugio

El poeta Francisco Brines, en su casa de Oliva (Valencia) MIKEL PONCE

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La voz de Francisco Brines es casi espectral, pero rotunda, poderosa. Su delicado estado de salud se percibe, incluso, al otro lado del teléfono. Desde su casa de Oliva (Valencia), el poeta atiende la llamada de ABC a última hora de un día intenso y hasta surrealista, pero bonito. Confiesa, como en un susurro, que no se esperaba «para nada» el premio Cervantes y que lo primero que pensó, cuando el ministro de Cultura le dio la buena nueva, fue en su madre, pues cuando le dijo que quería ser poeta, ella aceptó la vocación de su hijo. También rememoró Brines a otros grandes amigos que le precedieron en el palmarés del más importante galardón de las letras hispanas, entre ellos Carlos Bousoño, Vicente Aleixandre o Claudio Rodríguez.

[Un poema inédito de Francisco Brines]

«Es un premio que no me esperaba, pero lo recibo con mucha alegría. Veo cómo se ha concedido en años anteriores a autores que considero mucho, que tienen mucha solvencia, y estoy muy contento, cómo no», confiesa, a media voz, quebrada por un catarro que aún arrastra. «Esto me asegura que tengo muchos lectores y eso es lo que deseamos los que escribimos poesía, que nos lean como nosotros hemos leído anteriormente, sin pausa y con todos los sentidos puestos a interpretar el contenido de los poemas», aclara.

[Francisco Brines gana el premio Cervantes 2020]

Para Brines, «la poesía es un refugio siempre», pero mucho más en estos tiempos oscuros, en los que un virus nos ha vuelto más mortales, si cabe. «Cuando el hombre padece pandemias, en particular la poesía se encuentra con lo mejor, con lo más atractivo del otro. Lo que yo intento, cuando la escribo, es llegar al otro . Se cumple la comunicación», explica. Por eso, a los jóvenes, a los que él siempre ha cuidado y de los que tanto se ha ocupado, «les diría que lean y escriban poesía, porque nada de lo que hagan fuera de ella será más intenso e importante para ellos que la lectura y la escritura de poesía. Estoy seguro de ello».

A sus 88 años, Brines se siente « físicamente caído y la poesía me ayuda, es como un salvavidas, me ayuda a tenerme, a pisar arena dentro del mar. La poesía es sanidad y eso es quizás lo más importante de ella». Y sus versos, los del Cervantes, son hoy la mejor cura posible.

[Francisco Brines: un clásico de la modernidad; por Jaime Siles]

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