HISTORIA DE ARCO
Petróleo y poesía en el décimo aniversario de ARCO
ARCO'91: El «año de la crisis» arrancó con el recuerdo a la etapa pictórica del poeta gaditano Rafael Alberti
El 6 de febrero de 1991 daba comienzo la Feria de Arte Contemporáneo (ARCO) , que se realizó por última vez en la sede del Palacio de Cristal de la Casa de Campo .
La décima edición de la Feria comenzó con la lectura de algunos poemas recitados por el escritor gaditano Rafael Alberti , extraídos de su obra «A la pintura». Esta dedicatoria al mito del siglo XX no fue casual, ya que su primera vocación fue pictórica y, además, se expuso por primera vez en España parte de su obra gráfica que realizó durante su exilio romano.
Un total de 208 galerías expusieron la obra de más de 1.000 artistas de veintidós países. A tenor de los expertos, la feria estuvo marcada por la reestructuración del sector hacia unas obras más selectivas. De este modo, se confrontó a nuevos autores dentro de las galerías en lugar de completarlas únicamente con grandes nombres. La edición se caracterizó también por prodigar la oferta de los artistas jóvenes y apostar por el eclecticismo como tendencia dominante. Además, muchas de las galerías españolas se decantaron, en esta ocasión, por artistas extranjeros.
Por otra parte, ese año se celebró el I Foro experimental, en cuyo marco se desarrolló el I Festival de Cine Experimental , algo inédito en nuestro país.
Malos pronósticos
Este año se hablaba del «ARCO de la crisis» . Este se enfrentaba a una difícil situación tras las ferias de Colonia y París, que confirmaron –con sus malos resultados– el estado del mercado del arte contemporáneo. A todo esto había que sumar que este certamen era la primera feria que coincidía con la guerra del Golfo y en un contexto de incertidumbre internacional.
La ausencia de muchos de los grandes coleccionistas internacionales presagiaba una feria incierta
La directora de ARCO’91 , Rosina Gómez-Baeza , apuntó que «esta edición estaría marcada por la crisis del mercado del arte, azotado por el coleccionismo especulativo y la inestabilidad económica». Además, la caída del petróleo y la invasión de Kuwait dibujaba un panorama nada positivo para la pujanza por las obras de arte. Por otra parte, la ausencia de muchos de los grandes coleccionistas internacionales presagiaba una feria incierta y de escasos resultados económicos, pese a los esfuerzos por convertir Madrid en una de las capitales del mercado del arte.
El décimo aniversario de ARCO supuso una prueba de fuego para marcar cuáles eran las consecuencias de la crisis en un momento en el que los galeristas coincidían en reconocer que coincidía con el fin del «boom» de los años anteriores. Desde el punto de vista comercial, fue el termómetro que midió cómo estaba el mundo del coleccionismo . Gómez-Baeza reconocía que el certamen planteaba si el arte contemporáneo era «sólo un valor de cambio» o tenía también «un valor social y cultural».
Cifras lejos de lo planeado
A pesar de los temores a que la situación internacional afectara negativamente a la feria, ARCO’91 mantuvo el pulso a los embates de la crisis y los resultados fueron mejores de lo esperado.
Los 6.200 millones de pesetas en ventas declarados por los expositores no pudieron considerarse como una cifra de crisis. Tampoco que el número de visitantes se situase en unos 135.000, sólo un 4 por ciento menos que el año anterior, considerado uno de los mejores.
A pesar de los temores, ARCO mantuvo el pulso a los embates de la crisis y los resultados fueron mejores de los esperados
De hecho, el primer día, algunas galerías españolas vendieron todas sus obras. Los precios, que estaban alrededor del 30% por debajo del año anterior, sirvieron para animar a algunos visitantes y coleccionistas a comprar. Un dato de normalidad fue la gran aceptación que encontró entre los compradores la generación de pintores españoles de los años 60, tanto en obra gráfica como en óleos de gran formato. Úrculo, Eduardo Sanz, Luis Gordillo y Eduardo Arroyo se confirmaron como valores seguros. Por su parte, Darío Basso fue uno de los artistas jovenes más celebrados aunque bien es cierto que su obra llegó vendida a la feria.
El 12 de febrero ARCO cerró sus puertas en el Palacio de Cristal . Los expositores coincidieron en que ARCO’91 finalizó con un aprobado, una buena nota cuando esperaban un suspenso.
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