ARTE

Guillermo Peñalver: «Es interesante no dar todo mascado al espectador, generarle inquietudes»

El artista catalán afincado en Madrid repasa su labor en vísperas de su cita con el programa «Conexiones», en el Museo ABC en junio

Guillermo Peñalver en su estudio

Javier Arias Lomo

Guillermo Peñalver (Tarragona, 1982) supo desde muy pronto qué lugar quería ocupar en el mundo para más tarde darse cuenta también de qué había venido a hacer en el arte. El artista procedente de Tarragona, y criado en Alcalá de Henares (Madrid), genera a través de sus obras inquietudes propias de la época que vivimos. La herramienta que le posibilita hacer todo eso es el papel, soporte por que el optó hace tiempo ante la libertad artística que este le proporciona.

¿Cuándo comenzó a interesarse por el arte?

Empecé como a los 9 años a ir una academia típica de barrio. Desde muy pronto quise estudiar Bellas Artes. Me gustaba pintar, en la academia aprendí distintas técnicas. Era el motor que me iba haciendo aprobar. Si suspendía me borraban un mes de pintura, por lo que se convirtió en un aliciente. Ya en el periodo universitario, estudiando Bellas Artes, fui mejor estudiante que en el colegio. Al final haces lo que te gusta de verdad, no es esa clase de cosa impuesta

¿Cuál es la trayectoría que ha seguido desde la facultad hasta ahora mismo?

Antes de terminar en la facultad expuse con la Galería Sen, e hice mi primera colectiva, que además fue de papel. Terminé la facultad y desgraciadamente esta firma cerró. Era una galería histórica que llevaba muchos años. Después me presenté a certámenes, pero sobre todo opté por la idea de no estar quieto, porque esperar a que te toquen a la puerta y vengan a buscarte no es una opción. En la casa de mi madre en Alcalá de Henares tenía una buhardilla que me permitió ir generando un poco de trabajo para más tarde vivir con mi gran amiga María. Expuse en un par de galerías, como la Twin Gallery , y luego comencé a trabajar con Librería Liebre, que desgraciadamente también cerró. Afortunadamente, Gema Llamazares contactó conmigo y seguimos trabajando juntos actualmente. Hemos tenido exposiciones en Gijón y me ha llevado a diferentes ferias. Es una buena galerista, y hago lo que me de la gana, que es lo cuenta.

¿Cómo de importante es la organización y la disciplina en su trabajo como artista?

Creo que hay que ser disciplinado, porque si no no sacas el trabajo adelante. Hay días que no te levantas con las mismas ganas, y como a veces tengo que recortar flores y alicatados, decido que esa es la tarde ideal para hacerlo. Otros días que tienes más fuerzas te pones a crear porque estás más a tope. Mis amigos siempre me dicen que aunque trabajase en otra cosa siempre acabaría apurado. Pero sí que es necesario trabajar, como suelen decir, que las musas te pillen trabajando.

Sus obras tratan sobre la pugna entre la naturaleza y lo cultural. ¿Qué reacciones le gustaría que despertarse en los espectadores?

Lo primero que busco con mis obras es que el público disfrute y lo pase bien. Me gusta que haya un trabajo manual o plástico que sea minucioso y atractivo a la vez. Hace poco fui a ver la exposición de Guillermo Pçerez-Villalta en Fernández-Braso , y, como espectador, los pequeños detalles que tiene me impresionan muchísimo. Para mí es muy gratificante que las personas como espectadores puedan ver la sutileza a la hora de hacer las cosas. Casi todo mi trabajo parte de una biografía, a veces real, a veces ficcionada, por lo que trato de generar una especie de discurso universal. Plásticamente es verdad que son cosas agradables y la gente se acerca mas fácilmente.

¿Realizar obras con contenido autobiográfico es, en ocasiones, una necesidad para el artista?

Pues yo la verdad es que al principio no era muy consciente de ello, pero proyecto tras proyecto fui dándome cuenta. Hace años, antes de llevar a cabo «Flordzilla», tenía que pasar todos los días por la M-50, y, al ver esos puentes que se iban solapando, fantaseaba con la arquitectura urbanística que habíamos creado y la posibilidad de que apareciese un monstruo vegetal recuperando el terreno perdido. Lo bueno de la biografía es que puedo contar mejor las cosas en primera persona. Al final son cuestiones muy cotidianas: tenemos un imaginario colectivo igual y manejamos una serie de imágenes de referencia. Es verdad que la simbología puede estar más confusa trabajando con mis propias experiencias, pero también es interesante no dar todo mascado al espectador y que aquello genere dudas e inquietudes... También me resultan graciosas las interpretaciones de la gente, que me parecen estupendas. Es lo maravilloso del arte: las diferentes formas de ver las cosas.

¿Asistirá a la Feria ARCO este año? ¿Que tiene previsto en los próximos meses?

A ARCO aún no he tenido la oportunidad de asistir. Lo próximo que tengo previsto es «Conexiones», en el Museo ABC . Ahora inauguróallí Ignacio Uriarte, y el siguiente soy yo, en junio aproximadamente. Lo comisaría Oscar Alonso Molina, que ya fue profesor mío en la facultad. Es un programa de dibujo y yo he escogido una pieza de Julio le Parc para arrancar, que se adecua a mi estilo a la perfección.

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