VIDEOJUEGOS
El futuro está en la realidad virtual
Sistemas como Oculus Rift y HTC Vive desarrollan la realidad virtual hasta un punto que puede cambiar la forma en que usamos los ordenadores y, especialmente, los videojuegos
Todavía existen muchos escépticos respecto a la realidad virtual . Los problemas adheridos a la tecnología, entre los que destaca el mareo que han sentido algunos consumidores con versiones anteriores, y su elevado precio de salida, hacen que solo una vanguardia muy dedicada se haya interesado por ahora . A lo largo de este 2016 los primeros sistemas se pondrán a la venta . Oculus Rift y HTC Vive ya han anunciado sus precios (599 y 799 dólares en Estados Unidos, respectivamente). Pero a las dificultades hay que sumarles los requerimientos de un hardware bastante poderoso para mover con soltura una imagen a 2K en cada ojo a 90 «frames» por segundo. Por ahora es una tecnología para entusiastas, pero que va a marcar el futuro de muchas aplicaciones informáticas, con un lugar destacado para los videojuegos.
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Los videojuegos son inmersión ante todo , y por ello durante años tanto los ordenadores como las consolas se han apoyado de todo tipo de periféricos que pudieran mejorar la experiencia. Pantallas más grandes, con mayor resolución y nitidez, sistemas de sonido de siete canales y experimentos curiosos que no terminan de despegar, como el AmBX . La misma evolución de los motores gráficos, con su actual énfasis en la iluminación global o la teselación, es una prueba de la ambición de recrear la realidad para poder trasladarnos a un entorno de ficción . En ese sentido, la realidad virtual barre la mesa. No es la primera vez que se intenta realizar el concepto, pero es la primera vez que se consigue con éxito. Es un cambio de paradigma, como lo fue en su momento el paso a los entornos jugables en tres dimensiones .
A los mandos
Hay experiencias que se benefician más que otras de la tecnología. La «demo» de « EVE: Valkyrie » nos demostró el valor capital que puede tener para los simuladores de aviación o conducción , en general todo lo que implique estar a los mandos de un vehículo. Sin embargo, la gran sorpresa es que también mejora la experiencia de los juegos en tercera persona con cámaras fijas . Habría que probar si se puede decir lo mismo cuando el control de la cámara está en nuestros mandos, y no solo al girar la cabeza.
La gran diferencia entre Oculus Rift y HTC Vive es que mientras el Oculus está diseñado para probarlo sentado, el Vive incluye unos sensores que mapean un espacio real y permiten al usuario moverse por un espacio virtual . Aunque la sensación es buena, las limitaciones del espacio real rápidamente se interponen en una experiencia cuya aplicación en videojuegos se nos antoja mucho más compleja. Al fin y al cabo, ¿quién quiere andar o correr los miles de kilómetros virtuales que podemos llegar a recorrer en un juego de rol como « Skyrim »?
La pervivencia o no de la tecnología, al fin y al cabo, dependerá del contenido que los estudios decidan crear . Se tomarán caminos errados y varios dispositivos fracasarán en su intento, pero el concepto de la realidad virtual nos seguirá intrigando lo suficiente como para seguir inventando soluciones.