LIBROS

Andalucía, el amor perdido de Juan Marsé

Andreu Jaume rescata el inédito «Viaje al sur», las crónicas que el autor catalán escribió durante su viaje por Andalucía en 1962

Jaime G. Mora

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Señoritos de la burguesía catalana los dos, a Carlos Barral y Jaime Gil de Biedma les llamó la atención el potencial de ese joven plumilla que venía de la clase trabajadora. En aquel grupo de escritores militantes faltaba uno como Juan Marsé (Barcelona 1933; 2020) que pudiera acreditar un origen humilde, así que no dudaron en adoptarlo: impulsaron la publicación de su primera novela, Encerrados con un solo juguete (1960), y luego lo mandaron a París para que allí se desintoxicara de los rigores del franquismo.

Marsé regresó del periplo francés con unas cuantas lecturas más en la mochila, habiendo catado el sabor a libertad y con el carné del Partido Comunista. Fue un ingreso simbólico, porque su adhesión al partido duraría solo un año y medio, tiempo que de todos modos aprovechó para entrar en contacto con los círculos antifranquistas, y dentro de ellos con la editorial Ruedo Ibérico , que había nacido dispuesta a publicar libros prohibidos y de denuncia social. A Marsé le encargaron un libro sobre Andalucía, el primero de una nueva colección de libros de viajes que iban a mostrar la realidad de esa España que la propaganda oficial ocultaba.

Marsé aspiraba a escribir junto con su amigo Antonio Pérez y con fotos de Albert Ripoll Guspi un libro que supusiera una «innovación en el género». Los problemas de organización de la editorial y la falta de recursos económicos retrasaron el viaje a 1962, cuando por fin viajó en septiembre a Sevilla. Desde allí se desplazó a pueblos como Jerez, Rota o Sanlúcar de Barrameda hasta acabar en Málaga, en octubre.

La idea de Marsé era intercalar sus crónicas con las fotos de Ripoll Guspi y titulares de la prensa oficialista de aquellos días, a modo de contrapunto. El libro sufrió todo tipo de contratiempos. Pérez se desvinculó del proyecto nada más comenzar y la lentitud de Marsé, que alternó su escritura con otros encargos más lucrativos, hizo el resto. Cuando en 1964 quiso entregar el manuscrito, en Ruedo Ibérico ya no tenían ganas ni recursos para publicarlo.

El libro quedó enterrado en el archivo de la editorial con el título Andalucía, perdido amor –la variante patria de Andalucía, mon amour – y firmado con el seudónimo de Manolo Reyes , el nombre del Pijoaparte de Últimas tardes con Teresa . Si cincuenta años después podemos leer el libro con el título de Viaje al sur (Lumen, 2020) es gracias a la labor casi detectivesca de Andreu Jaume, que para este feliz rescate localizó el manuscrito que el propio Marsé había dado por perdido una treintena de las cien fotografías originales.

Viaje al sur es un hallazgo de gran valor. En esta colección de crónicas, o más bien postales a medio camino entre la escritura diarística y la narrativa de viajes, Marsé anticipa unos recursos estilísticos para adjetivar o crear personajes que después desarrollaría en sus novelas, y también esa mirada tan suya, entre rabiosa y sarcástica, para denunciar las desigualdades. «Es difícil escribir una crónica del sur sin cierta amargura y sin caer en la tentación de insultar a alguien», dice.

Aquí es incapaz de ocultar su enfado ante la postración y el abandono de un pueblo al que no le quedaba otra alternativa que buscarse un futuro lejos de España o entregándose al incipiente turismo, «dándose un baño de feudalismo, de poderío capitalista y de simpática organización comercial, todo mezclado». Una sentencia de ayer y de hoy, de «esta mínima España nuestra, que se imagina estar pisando billetes de mil por todos lados».

El autor catalán retrata en Viaje al sur a poetas sin talento, mendigos, campesinos de mirada grave y niños que parecen sacados de novelas picarescas. «Es algo deprimente –apunta–. Aquí no hay nada que ver, nada que hablar y nada que hacer». A ojos de Marsé, España fue «una broma pesada por demasiado conocida» durante más tiempo del deseado, «un chiste viejo que perdió hace tiempo su frescor y su sentido».

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