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Ander Izagirre: Callarse para escribir
El reportero ha mezcado en sus trabajos su pasión por el ciclismo y los viajes, y ha retratado la miseria en Bolivia
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«Ander Izagirre es un autor fundacional. Ha estado en la órbita del K.O. antes incluso de que naciera la editorial —dice Emilio Sánchez Mediavilla , uno de los editores de Libros del K.O. —. ' Plomo en los bolsillos ', de entrada, nos salvó la vida. Tener un éxito el primer año de existencia nos permitió no desaparecer pronto dejando un bonito cadáver. El libro había sido publicado antes por otro sello. El reto fue convencer, primero a Ander, y luego a mis socios, de que reeditarlo era buena idea».
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Habla Izagirre: «En 2003, el año del centenario del Tour de Francia, publiqué diez historias breves en la revista 'Nuestro Tiempo'. El libro lleva catorce años creciendo: con las nuevas ediciones he seguido incluyendo historias de distintas épocas, le añadimos incluso un pequeño cómic de Patxi Gallego . La primera edición tuvo poco recorrido y Libros del K.O. lo publicó en 2012 con más entusiasmo. Salió bien; lleva ocho ediciones, pronto la novena.
»El ciclismo es una materia prima excelente para escribir. Permite combinar lo épico con lo grotesco, las historias trágicas y las cómicas; hay sufrimiento físico, ambición, nobleza, trampas, traiciones, extravagancias, hay incluso luchas políticas y reflejos de la sociedad de cada época. El Tour es una fórmula narrativa muy exitosa. Por algo lo inventaron los periodistas, como fórmula para vender más periódicos».
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«'Hooligans ilustrados' es el alimento espiritual de fajadores y tuercebotas —responde Sánchez Mediavilla cuando le pregunto por la colección de su segundo libro de Izagirre, ' Mi abuela y diez más '—. Es como juntarte con tus amigos de toda la vida y mitificar con ironía las cosquillas y miserias de la adolescencia. La idea nació como una trampa para embaucar a Enric González : pensé que pedirle un libro sobre el Espanyol sería un caramelo que no podría rechazar. La colección echó a rodar y tomó vida propia. Ander decía que no le gustaba el fútbol, pero siempre se le escapaban anécdotas fantásticas que parecían demostrar todo lo contrario».
«En una noche de insomnio empecé a anotar recuerdos de mi infancia, de mi juventud, de mi familia, de mi ciudad, todos hilados por la Real Sociedad —explica Izagirre—. Me di cuenta de que era un buen hilo para contar historias. Mi condición para escribir de fútbol era que mi abuela —mi familia, mi infancia, mi ciudad— estuviera en la alineación.
»El fútbol es capaz de sintonizar a miles de personas muy diversas en el mismo estado de ánimo, es capaz de tejer una memoria colectiva para la gente de una misma generación que viven en el mismo sitio. A mí lo que me gusta es el ciclismo, pero estos efectos del fútbol me parecen un fenómeno interesante para un escritor».
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' Cansasuelos ' es el tercer título de Izagirre con Libros del K.O. «Es un libro arriesgado, como todos nuestros libros —dice Sánchez Mediavilla—. Posicionar la "no ficción periodística" en España es difícil. Es el libro de Ander que menos ha vendido. Lo original es la escritura. Como buen periodista, Ander siempre la pone al servicio de la historia que quiere contar. En 'Cansasuelos' fue un poco al revés. La historia (una caminata por las montañas) era una excusa para divertirse con las palabras, experimentar con el ritmo y hacer piruetas con la mirada. Empezó a escribir un reportaje "a ver que sale", y me pasó una primera versión sin mucha convicción. Pero debería ya saber que si me propone un trilogía sobre el crecimiento de la hierba, se lo voy a publicar. Es un insensato».
«No es un libro de deporte, ni trekking, ni aventura, ni gaitas de esas —aclara Izagirre—. Es un paseo. Caminar durante horas por los bosques y las colinas de los Apeninos, sin nada que exija tu atención concreta, permite que el cerebro empiece a flotar. Desarrollas ideas, haces conexiones, crecen reflexiones sobre el hecho de viajar y de escribir, que en el barullo cotidiano ni siquiera asoman. Te mueves y piensas con libertad, puedes permitirte desvaríos. A veces hablamos, escribimos y tuiteamos demasiado. Para escribir mejor, a ratos hay que retirarse: observar, escuchar, leer. Y para eso hay que callarse».
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«' Potosí ' es la historia de una niña minera —dice Sánchez Mediavilla sobre el último título de Izagirre—. A partir de esa microhistoria, describe los mecanismos políticos y económicos que se esconden detrás de la miseria en Bolivia. El reto es conseguir que el público se interese por una historia dura, triste y lejana, sin final feliz ni escapatoria ni asideros de optimismo».
«Quería responder a fondo a una pregunta: por qué tiene que entrar a la mina una niña de 12 años —añade Izagirre—. Intento dar una visión lo más completa y justa posible. Procuro sostenerla con datos, argumentos, testimonios y observaciones.
»Lo que más me costó fue acceder a información sobre los accidentes, las muertes y las enfermedades de los mineros: no hay estadísticas rigurosas. Lo cuento en el libro a través de varias personas que trabajan sin contratos, sin seguros, en condiciones muy peligrosas. Lo cuento a través, incluso, de una señora que recorre los funerales para investigar las causas reales de las muertes: a menudo no se consignan los hechos reales, en los papeles casi todos mueren por "parada cardiorrespiratoria". Claro, eso ocurre cuando te cae encima un derrumbe en la mina».
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