cine
Las mejores frases de Francis Ford Coppola
El director norteamericano ha dejado frases celebres en boca de los protagonistas de sus películas
Al decir Francis Ford Coppola se vienen enseguida a la mente la plasticidad de los fotogramas de obras maestras como «El Padrino». ¡Cómo olvidar aquél aviso siciliano al productor que se negaba a dar el papel protagonista a Johnny Fontane! La cabeza de caballo metida en la cama como inquietante recuerdo de los poderes de la mafia.
Pero el director norteamericano ha dejado frases célebres, puestas unas en boca de sus protagonistas a través de guiones memorables. Otras en sentencias que el cineasta lanzó en relación a los más diversos temas.
De las primeras es obligado recordar algunas de las más conocidas: Por ejemplo, aquel reproche al invitado molesto de Don Vito Corleone «vienes a mi casa el día de la boda de mi hija a pedirme que mate por dinero». También en boca del «Don» pone Coppola la más famosa amenaza de la historia del cine : «Voy hacerle una oferta que no podrá rechazar».
Pero no menos inolvidable es la bravuconería del Coronel Kilgore: «¿Lo hueles muchacho? Es napalm hijo, nada del mundo huele así. Adoro el olor del napalm por la mañana». En la misma «Apocalypse Now» hay un diálogo que refleja la realidad de la guerra: «He visto los horrores que usted ha visto. Pero no tiene derecho a llamarme asesino, tiene derecho a matarme pero no tienen ningún derecho a juzgarme».
En «Legítima Defensa», una de sus obras menos conocidas, deja Coppola otra sentencia lapidaria para gusto de los cínicos: «¿Sabes cómo adivinar cuando un abogado está mintiendo? Cuando sus labios se muevan». Y en boca del personaje interpretado por Danny DeVito pone aquello de que «la diferencia entre un abogado y una prostituta es que el abogado no dejará de joderte aunque estés muerto».
Pero el nuevo Premio Princesa de Asturias de las Artes también nos ha dejado frases para enmarcar fuera del celuloide. Reflexionando sobre las grandes producciones cinematográficas comentó «todo aquello que construyes a gran escala o con mucha pasión invita irremediablemente al caos», quizá pensando en sus problemas con rodajes como los de « Apocalypse Now ». Pero nada más esclarecedor sobre lo difícil de aquella filmación que aquello que dijo al público en su presentación en Cannes: «Ésta no es una película sobre la Guerra de Vietnam, esto es Vietnam». También sobre el cine señaló que «el cine y la magia están muy vinculados. Los primeros cineastas eran auténticos magos».
Para el realizador «cuanto más tiempo llevas dirigiendo, más placer ganas. Cada vez lo disfrutas más», lo que prueba su pasión por el séptimo arte . Amor por el cine que muestra lo mismo en esta otra expresión: «Cualquier persona que ha hecho cine y sabe de cine tiene una historia de amor de toda la vida con la experiencia. Nunca se deja de aprender sobre este oficio».
Hablando de sus orígenes afirmó: «Crecimos en un hogar italoamericano y a pesar de no hablar italiano, estábamos orgullosos de serlo, de la música y de la comida». Sobre los italiano en Estados Unidos llegó a decir que «la mayoría de los italianos que vienen a este país son muy patriotas. Realmente creen que si trabajan duro y aman algo pueden llegar a ser algo».
En su faceta más ácida dejó esta sentencia en la que compara la política estadounidense y la mafia: «Estados Unidos y la Mafia tienen sus manos manchadas de sangre por si fuera necesario proteger su fuerza y sus intereses».
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