Elocuencia, parodia, bufa... De cómo Uderzo y Goscinny convirtieron a Astérix en un personaje universal

Más allá de haber sido, junto a René Goscinny, uno de los creadores de Astérix , Albert Uderzo era uno de esos profesionales de la historieta capaz, técnicamente, de abordar todos los envites . Disfrutó de una larga carrera de 70 años como historietista , en la que evidenció su talento tanto en el cómic realista de aventuras (Michel Tanguy) como en su vertiente más caricaturesca, que fue en la que más destacó (Oumpah-Pah, Astérix).

Aprendió parte de su oficio como animador, lo que le sirvió para desarrollar un estilo cómico ágil, sintético , en el que los personajes cobraban vida propia y expresaban como pocos sus sentimientos . El suyo era un grafismo elegante, expresivo , atento a los detalles pero especialmente a los movimientos de sus criaturas, reflejados con una elocuencia extraordinaria que los hacía más cercanos a sus lectores.

Su influjo como dibujante es evidente en creadores de varias generaciones y de diversos países, como lo ha sido su ascendencia en millones de lectores de todo el mundo. Astérix, gracias a Uderzo y por supuesto a los guiones de Goscinny , fue creado como un héroe muy francés, pero su impronta supo cruzar continentes . En suma, Goscinny y Uderzo nos hablaron en Astérix de la esencia del alma humana , del teatro de la vida, de nuestras relaciones y emociones, y también de temas sociales y políticos .

Astérix viajó por casi todo el mundo, Hispania incluida , en una suerte de parodias que tomaban como base los clichés de cada país, pero que lo hacían con inteligencia y respeto , sin faltar por supuesto a una cierta carga crítica y bufa .

Astérix es una de esas pocas series que pueden ser leídas por lectores infantiles y adultos , sin distinciones. Cada uno de ellos sacará punta de cosas distintas, y en el fondo nos descubrirá lo que somos como seres humanos . Quizá por eso, y por los brillantes guiones de Goscinny y dibujos de Uderzo, Astérix sea personaje universal . Un personaje clásico a la vez que moderno, que sigue activo gracias a Jean-Ives Ferri y Didier Conrad , que han sabido recoger esa esencia, esa impronta, marcada por los creadores de Astérix.