Premios Mariano de Cavia, Luca de Tena y Mingote
José María Nieto: «El humor es esa lógica inesperada con la que nos escabullimos del espanto»
Reproducimos el discurso que el dibujante pronunció al recibir, en la Casa de ABC, el Premio Mingote
Majestades, (autoridades), señora presidenta editora de ABC, señor director, miembros del jurado, compañeros premiados, y sobre todo, queridos lectores de periódicos, buenas noches.
Ay de mí. Cualquier reflexión sonará atolondrada si hablo después de Gabriel Albiac ; cualquier vivencia provinciana si antes subió a este atril José Luis Corripio ; cualquier dibujo torpe si aquí dibujó Antonio Mingote , así de altos son los techos de la Casa de ABC .
Puesto a ser torpe, provinciano y atolondrado lo seré en defensa del humor , esa lógica inesperada con que nos escabullimos del espanto; y es que unos avinagrados censores de climas helados casi nos han convencido con su corrección política de que la broma ofende; de que la risa ultraja y de que la simple alusión metafórica agrede, en triste acuerdo con esos otros predicadores de climas sofocantes, para los que el dibujo escandaliza, humilla y blasfema.
Entre unos y otros rigoristas, en nuestra templada orilla mediterránea, sabemos que el humor, esa forma seria de la risa, no es en sí ni bueno ni malo, sino una facultad más del alma que hace chistes desde que Caín contestó a Yahvé con la ocurrencia «¿Soy acaso yo el guardián de mi hermano?». Nos consta que a Yahvé no le hizo ninguna gracia el chiste. En España siempre hay que hablar un poco de Caín, y se me ocurre que en este trozo de planeta por donde cruza errante la sombra de Caín dicha sombra sigue haciendo burla de sí misma y de todo con humor, esa sensatez hecha de disparates, esa lucidez encontrada en la locura .
Hoy los puritanos , avergonzados hijos de Caín, le dicen a su sombra que ya no haga más chistes. Siempre me he preguntado por qué provoca reacciones tan intensas y encontradas el humor gráfico . Enfada más que un insulto. Reconforta mejor que una condolencia. Gratifica más que un elogio. Es un misterio, porque ¿cuánta verdad cabe en una frase irónica más o menos ingeniosa, cuánta bondad cabe en una reflexión necesariamente poco matizada destinada a ser leída en cinco segundos, y cuánta belleza cabe en un dibujo apresurado y esquemático? Poca verdad, poca bondad y poca belleza si no te llamas Mingote . Como mucho un día un dibujo acierta al ponerse de parte del débil; un niño hijo de Guardia Civil señalado por el odio, un niño pequeño y tembloroso en cuya sombra cabe entera la libertad y la dignidad de una nación. Ese día a lo mejor una viñeta sí que se acerca a la virtud cervantina de condolerse humorísticamente con los indefensos; de compadecerse con el molido a palos. Entonces ya no es la sombra de Caín la que hace humor, esa forma de hermanar la alegría y la tristeza, sino la alta sombra de Don Quijote .
No diré más sobre el humor, ese poner dos vasos en la mesilla, uno con agua por si tienes sed y otro vacío por si no la tienes; ese oficio estrafalario compatible con todo salvo con la intolerancia ; esa síntesis de sentimiento y reflexión, ese «yo antes no creía en nada, ahora ni eso». Les podría decir que estas frases son de Tono, Mingote, Martínmorales o Chumi Chúmez , pero las he puesto sin entrecomillar y sin citar al autor, costumbre en desuso incluso en tesis doctorales .
Agradezco a los miembros del jurado este premio, el más alto honor al que puede llegar un humorista gráfico , a José Manuel Puebla , compañero de páginas, que acompaña a la Guardia Civil con sus viñetas desde mucho antes que yo, por su ejemplo. A mi director Bieito Rubido , por su confianza, a quien José Luis Martín, delegado del periódico en Castilla y León, y Manuel Erice , que en paz descanse, le hablaron un día de mí. También quiero hacer extensivo mi agradecimiento a todos los periodistas de ABC en cuyo trabajo se apoya todo lo que con más o menos acierto pueda hacer cada día en la viñeta. Y por último mi mayor agradecimiento es para Mar, mi abnegada esposa. Cuando un dibujo despierta tu sonrisa sé que ese día la viñeta está a la altura de los techos de la Casa de ABC , donde tenemos el empeño de reírnos a la vez en voz baja y lo más alto posible.
Muchas gracias.
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