El fotógrafo Rafael Trapiello pierde el pudor y retrata la belleza de la infancia y la familia

El creador presenta el libro 'Todos los tiempos', un trabajo tan personal al que ha dedicado años y que recoge casi medio centenar de imágenes en blanco y negro

«La vocación del libro es de hablar de algo universal a través de cosas pequeñas y cotidianas», defiende el autor, que recorre los lugares de su niñez a a través de los pasos de su propia hija

Rafael Trapiello GUILLERMO NAVARRO
Noelia Camacho

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Es una ruptura total con todo su anterior trabajo. Una nueva senda artística que ha emprendido y no piensa dejar. Y tan personal que sus protagonistas son hasta su mujer y su propia hija. El fotógrafo   Rafael Trapiello (Madrid, 1980) llega a incluso a romper con el momento exacto que su cámara es capaz de retratar cada vez que aprieta el objetivo. Adiós al instante . Todo pasa aunque todo queda. Lo que se muestra es lo que perdura. O no. Porque en su reciente libro 'Todos los tiempos' -que también ha tenido una exposición en la galería Arniches 26- recoge casi medio centenar de instantáneas que, precisamente, huyen de eso, del instante, para evocar que 'todos los tiempos' caben en una fotografía.

Una alianza en una mano desnuda, la lágrima que cae por la mejilla de una pequeña que mira al horizonte en busca de respuestas, una luna que, a lo mejor, no lo es, la naturaleza, el agua, un mueble lleno de polvo... En definitiva, lo que somos y lo que hacemos , donde estamos y donde soñamos estar, pero reproducido en blanco y negro. Y, además, abriendo la puerta a que el espectador de este volumen se sienta un poco 'voyeur' , un mirón a la parte más personal de Trapiello , que ahora abandona la corriente fotográfica del nuevo documentalismo, de la que es un exponente, para mostrar su obra más personal.

Una de las imágenes de 'Todos los tiempos' ABC

«Este trabajo se inicia hace seis años, cuando nace mi hija. Aunque es verdad que tiene más tiempo porque yo ni sabía que estaba haciendo esto. Vengo de la fotografía documental, del mundo contemporáneo. Pero cuando nace mi hija, todo lo que es importante deja de serlo. Lo urgente ya no lo es. Aparecen otras necesidades como la de preguntarte quién eres o quiénes somos como especie, de dónde venimos... En fin, las preguntas clásicas de las que se ha ocupado el arte y la poesía durante todos los tiempos «, empieza así Trapiello la conversación con ABC sobre este volumen, que presenta una serie de fotografías intimistas, donde apenas aparecen rostros pero que están inundadas de amor, amistad y nostalgia.

La portada del libro 'Todos los tiempos' ABC

«Son unas imágenes que tomo de forma intuitiva . Empiezo a fotografiar a mi familia, especialmente a mi hija, también los lugares de mi infancia, pero ahora redescubiertos a través de los pasos de ella, y empiezo a hacerme esas preguntas«, confiesa el autor. Trapiello ha cambiado el documentalismo por la intimidad de su propia vida persona. Confiesa que sí ha habido algo de pudor a la hora de mostrar esa faceta tan íntima, pero también, narra, se ha sentido «más libre y a la vez más perdido» . «Al final, también es un trabajo sobre la paternidad, se puede parecer y tiene ciertas similitudes al trabajo de Sally Mann , que es una fotógrafa que a mí me ha influido mucho«, revela el autor .

Para él, «he trabajado dando sentido a todo lo que fotografiaba a medida que lo iba viendo». «Este volumen resuena o se parece más a un libro de poesía. La vocación es de hablar de algo universal a través de cosas pequeñas y cotidianas. El libro se abre con la imagen de una una especie de estallido, el 'big bang' , pero en realidad es un petardo estallando en el suelo. Hay muchas imágenes que son muy simbólicas pero, a la vez, muy prosaicas«, defiende Trapiello . Para él, «un problema que tiene la fotografía es que está muy anclada al tiempo en que se realiza, al documento». «La función documental es importantísima e indiscutible, no se puede negar. Pero es una lacra, una cadena muy larga con la que tiene que cargar con respecto a otras disciplinas. Para mí, era muy importante que fuera muy difícil identificar cuándo se han hecho las fotos, muy en la línea de lo que hace el fotógrafo Masao Yamamoto . La idea era desligar la fotografía del momento. Me apetecía hablar de una historia universal, que flota en el tiempo. En este libro hay, por ejemplo, un homenaje a una fotografía de Eugene Smith , que a mí me gusta mucho, la de los niños a través de las hojas, y yo presento a mi hija Manuela en los caminos que yo recorrí en la infancia«, sostiene Trapiello .

Otra de las imágenes del volumen, inspirada en una de las instantáneas más icónicas del fotógrafo Eugene Smith ABC

El trabajo, producido gracias al apoyo de la Fundación Campocerrado y coeditado con la galería de arte madrileña Arniches 26 , se acompaña de un texto de Manuel Astur que incluso llega a calificar a Rafael Trapiello como a un «turista de lo eterno». «El fotógrafo muchas veces ha estado vinculado a la visión del turista. Él entiende que lo que yo desarrollo es una capacidad para asombrarme de lo cotidiano y encontrar la resonancia con lo universal. En parte, este trabajo, surge de una necesidad de alejarme del mundo contemporáneo. Donde hay mucho ruido, donde todo el mundo tiene una opinión, la escribe en el momento. La velocidad en la que se vive cada vez es mayor... A mí eso me genera un cierto conflicto. Vivimos en la dictadura de la identidad, obsesionados con posicionarnos, etiquetarnos en cualquier ámbito. Nos pasa en occidente. El problema, para mí, es que la identidad genera una confrontación porque cuando yo reconozco cuál es mi identidad, hace que la considere más valiosa que las demás y genera una relación de desigualdad entre los seres humanos«, afirma. »Este libro no habla de buscar la identidad, sino de lo que nos une como especie. Al final, es la vida, la muerte, el amor, la belleza y el tiempo«, describe el fotógrafo.

Rafael Trapiello tiene tras de sí una carrera en la que ha participado en publicaciones como 'Nación Rotonda', junto con Jonás Bel , un libro colectivo finalista finalista al mejor libro del año en PhotoEspaña 2016; 'Miércoles de Misericordia' (finalista al mejor libro del año en PhotoEspaña 2019), y 'Solovki' , junto a Juan Manuel Castro Prieto, Premio Nacional de Fotografía 2015. Asegura que, aunque va a seguir con su trabajo documental, ahora ha abrazado un nuevo camino artístico. Una senda creativa que no piensa abandonar, llena de belleza y verdad.

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