Cuando los diputados bailaron en el Teatro Real
Un acto recuerda los nueve años en que el Salón de Baile del coliseo operístico fue sede provisional de la Cámara Baja
El 14 de enero de 1842, el Diario de Sesiones de Cortes publicaba un proyecto de ley, modificado por el Senado, sobre la construcción de un palacio de nueva planta para el Congreso de los Diputados. «Se abre un crédito de 4 millones de reales al Gobierno de S. M. -se decía en este proyecto- para que disponga la construcción de un Palacio para el Congreso de Diputados . El Gobierno arbitrará los medios necesarios para reunir esta suma o parte de ella mientras hace figurar el todo en los presupuestos próximos».
Con ello, las Cortes pretendían p oner fin a varios años de itinerancia de las Cortes españolas desde que se trasladaran desde Cádiz a Madrid en 1814. Su primera sede fue el Teatro de los Caños del Peral; veinte años después, al establecerse el modelo bicameral, el Estamento de los Próceres, más tarde llamado Senado, se trasladó al Convento de María de Aragón ; y el Estamento de Procuradores del Reino (el futuro Congreso de los Diputados), ocupó el Convento del Espíritu Santo, en la Carrera de San Jerónimo .
La declaración, en 1941, del estado de ruina del Convento del Espíritu Santo obligó al traslado del Congreso. Muy cerca de allí, en la Plaza de Oriente, justo en el lugar donde había estado el Teatro de los Caños del Peral , se estaba construyendo desde 1818 (el 23 de abril de ese año se colocó la primera piedra) el Teatro Real , entonces denominado Teatro de Oriente. En aquel 1841 el edificio estaba parcialmente construido -estaba terminada la parte que daba a la plaza de Isabel II-, y hacia él dirigió su mirada la comisión, que determinó llevar de forma provisional la sede del Congreso de los Diputados al Salón de Baile del citado teatro.
En la sesión de la Comisión de Gobierno interior del 8 de junio de 1841 se decidió «la inmediata traslación del edificio que el Gobierno ofrece mediante la facilidad, buena proporción y demás calidades que reúne tan a propósito para llenar el deseado fin». Se tomaron entonces una serie de medidas (reflejadas en las actas que se conservan en el Archivo de la Cámara) para adecuar el nuevo espacio con el menor gasto posible , así como la realización de inventarios con los objetos que debían trasladarse allí.
Aquel momento es el que el Congreso de los Diputados y el Teatro Real recordarán hoy, jueves 28, en un acto que se celebrará en el coliseo de la Plaza de Oriente y que contará con la presencia de Ana Pastor , presidenta del Congreso; Pío García-Escudero , presidente del Senado; y Gregorio Marañón , presidente del Teatro Real. Acudirán además los padres de la Constitución Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y José Pedro Pérez Llorca , así como distintos diputados y senadores, en un acto enmarcado dentro de las celebraciones del 40º aniversario de la Constitución y el bicentenario del Teatro Real.
Reforma
«Poco se recuerda del acondicionamiento del Salón de Oriente -escribió Gaspar Gómez de la Serna en su libro «Las Cortes Españolas» (1971)-, salvo que para reforzar la gravedad del lugar, al principio, se cubrieron con gasa los espejos y se colocó inicialmente la mesa del presidente en el testero correspondiente a la fachada de la Plaza de Isabel II». Posteriormente, y según el relato del que fue letrado de las Cortes, « se mejoró considerablemente tanto en el aspecto del salón como las oficinas contiguas , aderezándolas más de acuerdo con su destino en vista de la lentitud que llevaban las obras del nuevo Palacio de las Cortes. La Presidencia se colocó entonces en el testero norte del salón y se mejoraron las instalaciones y mobiliario para comodidad y trabajo de los señores diputados».
La estancia del Congreso de los Diputados se prolongó durante algo más de nueve años : desde su traslado el 22 de junio de 1841 hasta el 4 de agosto de 1850. El 31 de octubre de ese año, festividad de San Quintín, la Reina Isabel II inauguraba el nuevo palacio de la Carrera de San Jerónimo; unos días más tarde, el 19 de noviembre, festividad de Santa Isabel, hacía lo propio en el Teatro Real con la ópera «La favorita». En esos nueve años, el Congreso tuvo once presidentes: Agustín Argüelles Álvarez González , Pedro Antonio Acuña y Cuadros, Salustiano de Olózaga y Armandoz (en dos períodos), Ramón Giraldo y Arquellada, Manuel Cortina y Arenzana, Pedro José Pidal y Carnado, marqués de Pidal; Francisco de Paula Castro y Orozco, marqués de Gerona (también en dos ocasiones); Modesto Cortázar Leal de Ibarra, Alejandro Mon y Menéndez, Manuel Seijas Lozano y Luis Mayans Enríquez de Navarra .
Durante los nueve años de actividad parlamentaria en este espacio, los diputados aprobaron cincuenta y cuatro leyes y disposiciones legales ; entre ellas, la creación de la Guardia Civil , aprobada el 28 de marzo de 1844 por Real Decreto que se publicó tres días más tarde en la Gaceta de Madrid. En él, los ministros Luis González Brabo, Luis Mayans, Manuel de Mazarredo, Juan José García Carrasco, José Filiberto Portillo y el marqués de Peñaflorida señalaban las razones para «el establecimiento de una fuerza especial de protección y seguridad pública»: «El orden social reclama este auxilio -se lee en la Gaceta de Madrid-, el Gobierno ha menester una fuerza siempre disponible para proteger a las personas y las propiedades ; y en España, donde la necesidad es mayor por efecto de sus guerras y disturbios civiles, no tiene la sociedad ni el Gobierno más apoyo ni escudo que la Milicia o el ejército, inadecuados para llenar este objeto cumplidamente o sin perjuicios».
Otras normas aprobadas en el Teatro de Oriente fueron la Ley sobre arreglo de Pesos y Medidas (19 de julio de 1849), que introducía en nuestra legislación el sistema métrico decimal; se sancionó la Constitución de 1845 , que modificaba la de 1837, y la Ley electoral para el nombramiento de Diputados a Cortes, aprobada el 18 de marzo de 1846.
Diputados y electores
En esta última se establecía el número de diputados, trescientos cuarenta y nueve, y las cualidades necesarias para serlo: « Se requiere ser español del estado seglar, haber cumplido veinticinco años de edad y poseer, con un año de antelación al día en que se empiecen las elecciones, una renta de 12.000 reales vellón , procedentes de bienes raíces, o pagar anualmente y con la misma antelación 1.000 reales vellón de contribución directa». También especificaba la ley quién podía ser elector: «Tendrá derecho a ser incluido en las listas de electores para Diputado a Cortes en el distrito electoral donde estuviere domiciliado todo español que haya cumplido veinticinco años de edad, y que al tiempo de hacer o rectificar dichas listas y un año antes esté pagando 400 reales de contribución directa. Este pago se acreditará con el recibo o recibos del último año». También podían votar aquellos que pagaran la mitad de la citada contribución pero fueran «individuos de las Academias Española, de la Historia y de San Fernando; doctores y licenciados; individuos de Cabildos eclesiásticos y curas párrocos; magistrados, jueces de primera instancia y promotores fiscales; empleados activos, cesantes y jubilados cuyo sueldo llegue a 8.000 reales vellón anuales; oficiales retirados del Ejército y Armada desde capitán inclusive arriba; abogados con un año de estudio abierto; los médicos, cirujanos y farmacéuticos con un año de ejercicio; arquitectos, pintores y escultores con título de Académicos de alguna de las de nobles artes; y profesores y maestros de cualquier instituto de enseñanza, costeados de fondos públicos».
Actualmente, el Salón de Baile es el escenario de distintos eventos, entre ellos los ciclos Flamenco Real y After Dinner. Es un espacio de quinientos metros cuadrados y seis metros de altura, cuya decoración, realizada por Pascua Ortega , alude a los antepechos de los palcos originales del teatro. En el techo, 630 terminales de fibra óptica reproducen el cielo de Madrid el 12 de octubre de 1992, fecha inicial prevista para la reinauguración del teatro.
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