Alexander Orlov, el espía de Stalin que se llevó el oro del Banco de España a Moscú en 1936

Jugó un papel esencial en el envío de armas del régimen comunista para la causa republicana. Secuestró y asesinó a Andreu Nin por orden del NKVD

Pedro García Cuartango

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Al morir en Cleveland (Estados Unidos) en 1973 se llevó a la tumba algunos de los secretos más oscuros de la Guerra Civil española. Alexander Orlov fue destinado por Stalin a Madrid en el verano de 1936 como enlace del NKVD, la policía política soviética, con el Gobierno español y, especialmente, con el Ministerio del Interior.

Orlov jugó un papel esencial en el envío de armas del régimen comunista para el sostenimiento de la causa republicana . Ya en septiembre empezaron a llegar los primeros suministros, que se elevaron en total a más de 600 aviones, 350 tanques, artillería y munición. El Gobierno de Madrid se comprometió a pagar con el oro de las reservas del Banco de España.

Por orden escrita de Stalin, a finales de octubre de 1936, Orlov empezó a embarcar los lingotes de oro que estaban en el puerto de Cartagena en varios buques que salieron rumbo a Odesa en el Mar Negro, al parecer con la autorización de Largo Caballero y Negrín.

El enlace del NKVD fue también el brazo de Stalin para purgar a los líderes del POUM, acusados de complicidad con el trotskismo. Se le atribuye el secuestro y asesinato de Andreu Nin , en junio de 1937. Nunca se ha esclarecido el enigma de la desaparición del jefe del POUM, pero hay indicios de que fue trasladado a Alcalá de Henares, donde fue ejecutado en secreto . Se cree que está enterrado en algún lugar de El Pardo.

Orlov permaneció en España hasta 1938 cuando decidió desertar por las purgas que Stalin estaba llevando a cabo en el Ejército y en el NKVD, que afectaron a muchos de sus amigos y compañeros. Aprovechó una reunión a la que había sido citado en Amberes para fugarse a Canadá con su mujer y su hija. S e llevó 60.000 dólares de la caja de gastos que administraba.

Huída a Canadá

Nada más llegar a Quebec, advirtió a Nikolai Yezov, responsable del NKVD, que publicaría la lista de agentes de la organización en Europa si le pasaba algo a él o a su familia. En 1953, poco después de la muerte de Stalin , publicó un libro sobre los crímenes cometidos por el dictador soviético. Los historiadores han puesto en duda la verosimilitud de muchas de sus denuncias, sustentadas en rumores y fuentes anónimas. Tras aparecer esa publicación, fue citado a declarar por el Senado y el FBI , ante los que compareció. Negó ser autor o cómplice de los asesinatos en los que estaba implicado.

Orlov, que era un judío bielorruso nacido en 1895, había luchado en las filas rusas durante la I Guerra Mundial. A su término, se unió al Ejército Rojo y, un año más tarde, fue reclutado por el GPU, el servicio secreto, como guardia de fronteras. Apoyado por un primo tuvo una promoción meteórica con destinos de confianza como Nueva York, París y Londres. Fue nombrado jefe de la red de espionaje soviética en la capital británica con cobertura diplomática. En esa época, el GPU fichó a Philby, Burgess y Blunt.

Instalado en Estados Unidos y protegido por la CIA, Orlov publicó varios libros y artículos en los que desvelaba los métodos del estalinismo . Logró un trabajo en la Universidad de Michigan y se trasladó a Cleveland, donde vivió sus últimos años. Era imposible adivinar que la Unión Soviética se desmoronaría 16 años después de su muerte.

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