Ficha técnica:
Es lo que tienen los cracks como Neymar. Después de nueve partidos sin marcar, se encaminaba el flamante fichaje del Barça a firmar su peor racha goleadora, y cuando todos los focos apuntaban al joven astro a quien se le exigía por fin brillar con su selección, Neymar se encargó de iluminar la Confederaciones con un golazo de genio. En el arranque del encuentro de inauguración, con una volea que se coló por la escuadra, el espectacular futbolista brasileño dejó su sello de superdotado y abrió el camino de una cómoda y convincente victoria de Brasil, que nada más estrenarse en su torneo ya apunta a la final. No es que la ‘canarinha’ deslumbrase, pero sí creció e hizo un partido notable frente a la combativa Japón. La selección visitante opuso algo de resistencia durante el primer tiempo, pero con su inferioridad en el medio campo y sin la riqueza ofensiva de la vigente campeona, y con Neymar en otra dimensión, no pudo soñar.
Neymar no apareció demasiado porque le llegaron pocos balones, pero cuando entró en juego fue para deleitar a la ‘torcida’ a base de regates, una asombrosa velocidad y verticalidad. Y, cómo no, con un demoledor remate, como el que exhibió a los tres minutos desde fuera del área, con la ayuda de un pase de pecho de Fred. Tirado a la izquierda de principio a fin, Neymar tiene una capacidad impresionante para ganarse al público, generar peligro en cada acción y obligar a los rivales a multiplicarse en defensa. Se llevó varios golpes de los ‘samurais’ por su obsesión por pelear cada balón e intentar siempre desequilibrar durante un encuentro que no terminó.
Aunque Neymar estaba renqueante, Luiz Felipe Scolari decidió reservarle y obligarle a abandonar entre los pitidos del público. El seleccionador brasileño privaba así a la afición del talento y la improvisación que Brasil demostró en fases aisladas. También gracias a Hulk, otro al que Scolari decidió dar descanso para retos más exigentes, aunque los brasileños se emplearon ante los japoneses con una profesionalidad digna de elogio. Se podía haber dejado llevar Brasil tras el segundo gol marcado por Paulinho que se tragó el portero visitante, pero siguió a lo suyo. A ratos dominando y a ratos dejándose dominar. Al ataque, pero también replegada por momentos y a la contra (así llegó el 3-0), tranquila ante la limitada selección nipona, que aunque presuma de ‘Messi japonés’ (Kagawa) solo tuvo algo de disciplina defensiva. Asustada ante el talento individual de la ‘seleçao’, que tiene mucho y muy bueno, en el centro del campo y, sobre todo, en el ataque. Con Hulk y Neymar en las bandas, donde también son grandes Dani Alves y Marcelo, todo es más fácil y atrayente.