Dos satélites abandonados «se rozan» a 53.000 km/h

Dos naves retiradas se han cruzado a una distancia de 15 a 30 metros este jueves. Preocupaba que colisionasen y generasen peligrosos fragmentos de basura espacial

El satélite IRAS, de alrededor de 1.000 kilogramos, uno de los que se ha cruzado con otro aparato NASA

G.L.S.

Muchas de las comodidades tecnológicas de las que disfrutamos dependen de los satélites que están en la órbita de la Tierra. Pero en unas décadas el espacio próximo a la Tierra se ha llenado de todo tipo de desperdicios , que viajan mucho más rápido que una bala de fusil, y que pueden destruir las naves en las que confiamos.

Este mismo jueves, dos viejos satélites se han cruzado a una velocidad relativa de cerca de 53.000 km/h, sin que, afortunadamente, se registrase una colisión.

Cruzarse a 53.000 km/h

El servicio de seguimiento LeoLabs informó de que los satélites inoperativos IRAS (lanzado en 1983) y GGSE-4 (lanzado en 1967) se cruzaron a una distancia de 15 a 30 metros, a una altura de 900 kilómetros y sobre los cielos de Estados Unidos. Según LeoLabs, había una probabilidad de uno entre cien de que se produjera una colisión.

«Las naves suelen hacer maniobras evasivas para evitar cosas que están a 60 kilómetros», ha dicho en « Sciencealert » Alice Gorman, experta en basura espacial e investigadora en la Universidad Flinders, en Australia. «Así que este es un encuentro muy pero que muy cercano».

En opinión de esta experta, el choque tenía el potencial de crear una enorme cantidad de residuos y de convertirse en «uno de los más peligrosos en bastante tiempo».

Los dos potenciales implicados podrían haber sufrido una aparatosa colisión. IRAS tenía una masa de más de 1.000 kilogramos en el lanzamiento, mientras que GGSE-4 se encuentra unido a otro aparato retirado, junto al que alcanza una masa de casi 90 kilogramos .

Explosión en unas semanas

Además, en solo unos días un satélite averiado hará explosión por un problema en las baterías. Ambos sucesos podrían aumentar considerablemente la población de chatarra de la órbita del planeta.

En las próximas semanas, un satélite averiado construido por Boeing y operado por DirecTV podría hacer explosión. El satélite, de nombre Spaceway-1 y de 6.000 kilogramos de peso , ha estado operando desde 2005 a una distancia de 35.400 kilómetros de la superficie, y ahora se dirige hacia órbitas más lejanas para tratar de mitigar los efectos de la posible explosión.

El satélite Spaceway-1 Boeing

Según ha informado « LiveScience », DirecTV ha informado de que el aparato experimentó «un daño termal irreversible » en las baterías el pasado diciembre. Se espera que el próximo 25 de febrero, cuando la Tierra eclipse la luz solar de la que dependen los paneles solares del satélite, la nave estallará cuando se enciendan las baterías, poniendo en grave peligro a las naves próximas.

La nave, que ha operado en la órbita geoestacionaria, está viajando hacia una «órbita cementerio», 300 kilómetros por encima de su trayectoria anterior, donde podrá explotar sin dañar a otros aparatos. El margen de tiempo ha sido tan escaso, que se ha obviado una fase que obliga a los operadores a liberar el combustible de los satélites antes de retirarlos del servicio.

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