Increíble récord de inmersión de una ballena: casi cuatro horas bajo el agua
El enigmático zifio de Cuvier es capaz de bucear durante mucho más tiempo de lo que se creía

El zifio de Cuvier ( Ziphius cavirostris ) es un buceador extraordinario. Este cetáceo, que suele habitar aguas lejanas a la costa, alcanza casi los 3.000 metros de profundidad en sus inmersiones. Hasta ahora, se calculaba que los ballenatos, relativamente diminutos en comparación con una ballena azul pero más grandes que un elefante, permanecían sumergidos durante unos 33 minutos antes de agotar su oxígeno y recurrir a la respiración anaeróbica. Sin embargo, un equipo de la Universidad de Duke (EE.UU.) ha descubierto que son capaces de aguantar muchísimo más bajo el agua, logrando el increíble récord de inmersión de 3 horas y 42 minutos.
Los investigadores de Duke sospechaban que estos tímidos mamíferos eran capaces de bucear durante mucho más tiempo de lo que se creía. Por ese motivo, decidieron seguir a los zifios y etiquetarlos desde un buque. No es tarea fácil, ya que estos animales pasan muy poco tiempo en la superficie para evitar a sus depredadores, las orcas.
Durante un período de cinco años, el equipo marcó a 23 ballenatos y registró más de 3.600 inmersiones, que van desde 33 min a 2 h y 13 min, todas las cuales superaron ampliamente el punto en el que se pensaba que los zifios de Cuvier se quedaban sin oxígeno. Sabiendo que aproximadamente el 95% de las inmersiones realizadas por otros mamíferos se completan antes de que disminuyan sus reservas de oxígeno, el equipo volvió a verificar sus datos y se dio cuenta de que si ocurre lo mismo con los zifios, entonces podrían permanecer sumergidos durante unos increíbles 77,7 min antes de recurrir a la respiración anaeróbica. «Realmente nos sorprendió que estos animales fueran capaces de ir mucho más allá de lo que las predicciones sugieren que deberían ser sus límites de buceo», admite Nicola Quick, responsable del estudio publicado en la revista «Journal of Experimental Biology».
Además, el equipo registró dos inmersiones extraordinarias en 2017, que superaban con creces sus mejores expectativas. Una duró casi tres horas, mientras que la otra se prolongó durante tres horas y 42 minutos. «No lo creímos al principio. Son mamíferos después de todo, y cualquier mamífero que pase tanto tiempo bajo el agua parece increíble», explica Quick.
Extraordinaria recuperación
Pero, ¿cuánto tardaron los ballenatos en recuperarse de estas inmersiones de récord? Después de analizar el tiempo entre inmersiones de alimentación, Quick se sorprendió de que no hubiera un patrón claro. Aunque una ballena reanudó el buceo en busca de alimento 20 min después de una inmersión de dos horas, otra que había completado una inmersión de 78 min pasó casi cuatro horas haciendo inmersiones más cortas y regresando a la superficie antes de iniciar la siguiente inmersión en busca de alimento. «Al entrar en el estudio, pensamos que veríamos un patrón de mayor tiempo de recuperación después de una inmersión larga. El hecho de que no lo hiciéramos abre muchas otras preguntas», dice la investigadora.
Desconcertados por la extraordinaria resistencia del zifio de Cuvier, Quick y Andreas Fahlman, de la Fundación Oceanográfica de la Comunidad de Valencia, sospechan que los animales pueden tener un metabolismo excepcionalmente bajo, junto con reservas de oxígeno más grandes de lo habitual y la capacidad de soportar la acumulación de ácido láctico en sus músculos cuando cambian al metabolismo anaeróbico en las inmersiones que superan los 77,7 minutos.
Quick también está intrigada por las razones detrás de las dos inmersiones récord: «Puede ser que hubiera un parche de comida particularmente productivo, alguna amenaza percibida... [o] alguna perturbación del ruido influyó en estas inmersiones», argumenta.
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