Aterradoras imágenes: un buceador es tragado por una ballena y logra sobrevivir

El hombre fotografiaba la vida marina cuando el animal se le vino encima con la boca abierta

La ballena se traga al fotógrafo y buzo Rainer Schimpf en la costa de Sudáfrica YouTube / Barcroft Animals

ABC Ciencia

Vivir para contarlo. El fotógrafo de vida silvestre Rainer Schimpf , de 51 años, buzeaba en la costa de Puerto Elizabeth (Sudáfrica) tratando de obtener imágenes de la abundante vida marina del lugar cuando, de repente, algo gigantesco se le vino encima y, literalmente, se lo tragó . «Estaba tratando de obtener la foto de un tiburón. Al momento siguiente, [el agua] se oscureció y sentí una presión en mi cadera», cuenta el buceador en un vídeo publicado por Barcroft Animals . Una ballena de Bryde, una bestia de hasta 15 metros de largo, había abierto su boca para alimentarse y, accidentalmente, Schimpf acabó como cebo. Por suerte, el animal no se sumergió y el hombre fue escupido sano y salvo en cuestión de segundos. Un susto que no olvidará en la vida.

Schimpf, que lleva quince años fotografiando el fondo del océano, estaba realmente indefenso. Cuando una ballena de ese tamaño abre su boca para alimentarse, arrasa con todo lo que se encuentra en su camino. Y él, simplemente, estaba delante. «Al momento siguiente, sentí que la ballena estaba girando en cualquier dirección, y la presión se liberó, y luego fui expulsado de la boca», explica Schimpf. Pronto, volvió la superficie. Aunque estaba algo aturdido por la experiencia, el fotógrafo asegura que fue consciente de lo que pasaba en todo momento.

«No fue un ataque»

Heinz Toperczer, otro fotógrafo que estaba en un barco cercano, logró capturar el aterrador momento. Los expertos aseguran que la ballena pudo sorprenderse tanto como Schimpf, ya que cuando estos mamíferos abren la boca no ven lo que hay frente a ellos. «Supongo que la ballena pensó que era un delfín», afirma la instructora de buceo Claudia Weber-Gebert en el vídeo de Barcroft Animals. « Las ballenas no son devoradoras de hombres . Esto no fue un ataque. No fue culpa de la ballena. [Estos animales] son muy sensibles y suaves Fue solo un accidente», asegura.

Incluso si esta ballena hubiera querido tragarse a Schimpf como si de Jonás se tratara no habría sido capaz porque la especie tiene un esófago relativamente pequeño, adecuado para comer presas como plancton, krill y sardinas, pero no algo tan grande como un humano. Además, tiene barbas en vez de dientes. Si hubiera sido un tiburón, Schimpf no lo habría contado. Ahora, puede presumir de haber estado dentro de una ballena y haber salido con vida.

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