COAC 2025: El coro responde desde las entrañas

El corista se siente así. Atacado, ignorado, despreciado. Es el sentimiento mayoritario. Le ponen la misma pasión, más incluso si cabe que el comparsista o el chirigotero, pues el retorno (económico y social) es bastante menor.

Mientras en la modalidad el interés y la convicción son absolutas, de puertas para afuera entienden que el tango, patrimonio del gaditano y pieza endémica del Carnaval, única, es el 'hilo musical' del bocadillo en la plaza. Que hasta empieza a expandirse una corriente con cada vez más adeptos que declaran alegremente su desinterés por el coro. Se le suman las declaraciones (luego corregidas, matizadas) de la presidenta del jurado y el pasodoble durísimo de Jona con 'Los sacrificaos' en la pasada final.

Este domingo, la respuesta llegaba desde 'Las entrañas de Cádiz', con un tango que puede ser de los que queden en el 'casette' memorístico del buen aficionado. El coro de David Fernández, Pedrosa, Remolino y otros tantos que siempre aportan golpea en su primer día, estrenando precisamente la modalidad, y sobresale en una función anodina y por momentos terrible, con las excepciones de 'Las perras' y 'Los cenadores rumanos'.

La disposición de este coro de por sí impone. En silencio, en medio de la oscuridad, sólo iluminado por las lámparas de sus cascos, mientras resuena el sonido metálico de los picos cavando en la roca. El grupo entra en piano y acaba retumbando los cimientos de la mina con la polifonía que cierra la presentación. Una nueva impresión de unos ganadores que saben de su solvencia y disfrutan mostrando su potencial en los momentos preciosos, pero que este año además han dado un giro en el popurrí con una selección musical algo diferente.

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Nada, nada de nada. Mira que el personaje de Juanma Bocuñano merece siempre que se le preste atención; hay ganas porque es único, uno de los chirigoteros más geniales sobre las tablas por la total y radical falta de vergüenza y el ingenio más descarnado. Pero hasta su aparición, y fue en el popurrí, estos motivadores desmotivaron al aficionado más ilusionado. No hay un hilo conductor, es muy irregular, y a veces es que no hay por donde cogerla.

Eso sí, aquí la esperaremos año tras año. Porque sea buena, regular o mala, siempre deja detallitos, siempre te arranca la sonrisa.

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La comparsa mixta de Alcalá de Guadaira crece cada año, con buenas agrupaciones en su currículum como 'Las irrepetibles', 'Las del tacatá' o 'La consentida' del año pasado. Entonan con suavidad y gusto, acariciando la melodía en su interpretación y en la propia composición literaria.

La perra es la moneda, chica y gorda, y precisamente en la idea se fragua todo este repertorio, incluyendo los pasodobles. Interesante y original el segundo a las salas de apuestas y juegos. No esperen golpes de pecho, ni gorgoritos ni voces estridentes, que quizás en momentos puntuales pueden echarse de menos. Agrupación muy decente cuya cadencia en el canto la convierten en su sello y principal aval para soñar con un puesto en cuartos de final por tercera vez consecutiva. Delicioso final de popurrí. Está ahí la lucha bien apretada.

Hobbits de El señor de los anillos que escapan de la Tierra Media para llegar a Cádiz. Se presentan con la música de Howard Shore y la sintonía de la comarca. El inicio del pasodoble no es que se parezca, es que son las notas de Catastrophic Magic Band en al menos los tres primeros compases. Buenos chirigoteros ahí, ex del grupo de Choza, por eso no terminan de comprenderse algunos problemas de afinación y mascamiento letril.

Cupleses regulares en una más regular actuación. Le salva del cataclismo las buenas intenciones y el ensayo, además de su disposición a buscar la comicidad, su respeto. Pero es una chirigota fallida. ¡Corred, insensatos!, se escucha desde el público.

'El perro andaluz' en versión 'malafollá' granaína. Pastiche reivindicativo, de un alma sola pero ocho espíritus rebeldes que componen Andalucía, bendita eres. Repertorio perfecto para cualquier concurso de nuestra comunidad. Hay trabajo detrás, amor y ensayo, y corren algunos riesgos melódicos en el pasodoble sorteados de manera irregular. Lo más positivo es esa introducción con la melodía de 'Los aleluya'. Y hasta ahí.

La letra no está metida correctamente en la música, va a trompicones, atropellada, y hay que cuidar esos detalles más si es el mismo autor de ambas facetas. Resulta demasiado osado en sus planteamientos; en ocasiones se agradece para poder sobresalir en una modalidad tan populosa y multitudinaria, si bien hay que ser más consciente de las limitaciones de cada cual. Los 'coreaos', los semitonos, la longitud del popurrí... vamos a bajar primero la pelota.

Chirigota tan joven en su edad, tan clásica en sus formas... este año ha sacado cobre del tipo y ha encontrado el humor que a veces le ha escaseado. Muy bien interpretada, con mucho trabajo detrás pero asumido con absoluta naturalidad. El primer pasodoble, criticando el presunto robo de dinero en la cantera, y las cupletinas le dan muchas opciones de pase. Más que consolidación, la sensación es de superación.

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Y así terminó la función.