COAC 2023

La ciudad invisible: La gruta de las maravillas de Antonio Martínez Ares

CARNAVAL DE CÁDIZ

La comparsa dejó otra gran actuación en la Final del Falla

La comparsa de Antonio Martínez Ares durante la Final del Falla. MIGUEL HERNÁNDEZ

ALEJANDRO VILAS

Cádiz

Ocho meses y otra historia distinta. Antonio Martínez Ares sigue reescribiendo la historia de la fiesta con nuevas ideas, nuevos registros y letras que hierven y explotan en algunos núcleos que no están preparado para recibirla.

Este año, Ares trajo la obra más profunda que se le recuerda (viven en las catacumbas) y consiguió hilar una historia en menos de ocho meses. En la ciudad invisible habitan todos aquellas personas indispensables pero ocultos en la sociedad. Esta comparsa pone la luz donde la vida no llega y entre otra muchas cosas, es un homenaje a todos ellos.

El año pasado Ares ya rompió la baraja con una comparsa dura en el mensaje e irreverente por momentos. Este año ha vuelto por la misma senda, por el camino del mensaje directo. Al alcalde, a Queipo de Llano y la hermandad de la Macarena, al Felipe VI. El poeta de Cádiz ha venido dispuesto a dinamitar la cueva y esta noche no podía ser menos. El homenaje a Cádiz que suele llegar en el pasodoble dejó lugar a una defensa de la Tacita. El segundo, una defensa de los abuelos.

«Se vende piso en la Caleta. Un hotel de lujo en el centro poniendo culo y también la cama. Se vende lo que queda de astillero. Oferta de una finca junto al Falla con su circo y con su pan». El poeta se paseaba por la Tacita mostrando las penurias de una ciudad que se vende al turismo. «Que tus hijos y sus hijos se disfracen de criados», decía. «Se venden barrios enteros, se alquila la orilla más cristalina». En definitiva, Cádiz se queda sin su gente. El piropo, esta noche, se hizo protesta. Otra forma, más pesimista, de querer a la ciudad.

El segundo fue a los abuelos. A aquellos que lo dieron todo por la nación. «Dieron su hambre por nuestra hambre. Toda la vida por una pensión criminal». «Ellos no son los que tienen lagunas en la memoria». La defensa de los pensionistas también fue una crítica a los políticos del Gobierno. La misma Isabel Ayuso tenía su sitio en esta pieza. «Que nunca se nos olvide que todos llevamos un viejo dentro». El remate de ambas piezas, ensalza todo lo que se haya dicho antes.

En el primer cuplé: Un gachón se hartó de cueva cuando le pidió la mano a su pareja mientras esta gente actuaban en semifinales. El segundo fue una excusa para presentar un estribillo que tiró al teatro. El popurrí cierra una obra inmensa en una gruta de donde solo emergen maravillas en esta última pieza. Las claves, en una final como está, las letras de pasodobles. No fue un golpetazo para cerrar la puerta, pero sí parece que estuvo por encima de lo que hasta ahora se había cantado esta noche. El recorrido durante el Concurso, de ellos y los contrincantes, decidirá.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación