COAC 2025

'El cementerio': Jona desentierra su rabia contra la esclavitud laboral

La comparsa no da tregua con dos pasodobles de fuerte crítica política y social y ofrece una esperanza con un enorme popurrí

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Estas son las puntuaciones del Jurado de LA VOZ en cuartos de final del COAC 2025

Comparsa

El cementerio

  • Autor Jonatha Pérez Ginel, 'Jona'

El Padrenuestro recitado otorga una solemnidad que impresiona al inicio de la pieza principal y que le permite ir creciendo en potencia y musicalidad en esta presentación tan acertadamente reflejada. La estética de Tim Burton dulcifica a este personaje, sepulturero de Cádiz, una ciudad que languidece tras la pérdida de sus fábricas, de sus viviendas, de su identidad. «No he conseguido tu conciencia despertar», ni con sus obreros ni con sus originales; como tampoco lo hace ninguno de los poetas pues «esto no va de coplas que terminan por febrero».

El pasodoble por mayores tiene un aire alegre y avanza y se detiene sin que pierda fluidez. Tiene mucho quejío, en una composición melismática que consagra a este grupo a nivel vocal por la dificultad de su interpretación. Jona escoge para este pase de cuartos dos pasodobles guerrilleros, sin tregua, que conjugan temática política y social. En ambos se advierte una estructura similar, con dos partes relacionadas pero diferenciadas. Dura crítica a esos empresarios en perpetua lucha contra el progreso, que rechazan la subida del salario o el recorte de dos horas y media para conciliar. Les da pie para componer con imágenes de sus infantes esos momentos que no se quieren perder por la esclavitud del trabajo. Se encargan de «darle un futuro a sus hijos sin privarme de su presente».

En el segundo lamentan el estado líquido del actual Carnaval, tan blando en su crítica, confeccionado pensando en el foráneo y para ganar premios. Exposición primera para recordar aquellos tiempos de censura y lápiz rojo, de mordaza, de la sangre que costó recuperar la fiesta típica, y atizan a Franco pues «tras 50 años seguimos cantando sobre tu tumba». Prosaicas ambas letras, muy fluidas, y especialmente original la inicial.

Hacen reír con los cuplés, de comparsa aunque con música muy original, culminados con el estribillo trabalengüístico. «No eres la tumba, eres la cuna bendita y perpetua de la libertad».

Obliga a detenerse especialmente en un popurrí muy bien elaborado, con las cinco cuartetas de distintos estilos musicales que le parecen la mejor fórmula para ir desgranando su idea, desde las inquietudes del sepulturero. Sones latinoamericanos, canción melódica y un final que consigue su propósito de poner la guinda a la pieza más lograda. En este texto sí se recrea en las metáforas, para acercar a su Cádiz a este cementerio imaginario, con los pájaros de mal agüero. Mensaje de esperanza en su epílogo. «Aún nos queda mucha vida». Una comparsa que es puro Carnaval adaptado a los actuales tiempos, con un grupo maduro, solvente y que mantiene siempre perceptible la melodía del tenor por la calidad y potencia de sus agudos. Entre las mejores de las mortales.

Así cantaron en preliminares:

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