'Cádiz, los que van a cantar te lasudan (los disléxicos)': el cuplé encuentra el gol y llega el doblete

¡¡¡Yo soy disléxico y bilateral...¡¡¡ La presentación ha ganado mucho en cada pase por su musicalidad y la simpatía que irradia este grupo, mezcla de juventud y veteranía. Recuerda muchísima a la inolvidable chirigota de Love, en sus formas, en los coreados del pasodoble (de 'Los príncipes encantados'), en el trato poético de sus letras. Sencillo y gaditano.

En esa copla demandan la deconstrucción del machirulo antiguo. «Nunca es tarde para aprender. Lo que faltó en tu educación está ahora al alcance de tu mano para que acabe por fin el cuento». Con comprensión e indulgencia. La segunda es muy carnavalera, defensa de las ilegales, porque «en la calle no existe la censura pero sí la cultura».

Dos grandes cuplés desarrollados en la máxima complejidad y que por primera vez en el Concurso funcionan como debieran. El Feng Shui y su equivocación con los nombres. Buenos remates. Esta gente tiene gol, hay olfato de ariete y se ha hecho el hueco para encontrar la suerte máxima en el momento justo.

El popurrí, como esta crónica, resulta cansino porque nos ocurre lo mismo: caemos en lugares comunes. Mismos términos, estructuras, frases, expresiones... Y ellos encima lo hacen del derecho y al revés, con equívocos similares. Si hubiera el primer premio a la complejidad, lo iban a disputar.

Así cantaron en preliminares y cuartos de final:

Tú puedes puntuar a la agrupación.