Zeltia Regueiro - Artículo de Opinión. Redactora DXT Campeón

Quedan los sentimientos

En el fútbol, más allá de la frialdad del 'Big Data' o del dinero, aún queda la pasión

El Dépor de Lucas Pérez tiene un pasado del que aprender, un presente prometedor y un futuro emocionante

Lucas Pérez regresa a Riazor. RC DEPORTIVO

Zeltia Regueiro

Es complicado explicar desde fuera, a aquellos que no sienten el Deportivo, ni han vivido en sus carnes, de forma directa o indirecta, lo que implica formar parte del club la determinación de Lucas Pérez de bajar dos categorías y pasar de Primera División a Primera Federación. El tan manido 'no traten de entenderlo' es perfectamente aplicable a esta noticia bomba , que dinamitaba el 31 de diciembre, de los pocos días que la prensa escrita no trabajaba.

Después de varios intentos Lucas se salía con la suya y el mundo del fútbol se preguntaba hasta qué punto el amor a unos colores podía llevar a un jugador en activo, en un buen momento de forma y en la élite a 'bajar al barro'. Otra expresión que en este córner del Atlántico se repetía como un mantra, mucho antes que el de Monelos y el Dépor oficializasen el que era desde el día 30 un secreto a voces.

Las razones de Lucas, los sacrificios que ha tenido según comentan que asumir, lo que ha tenido que poner de su bolsillo, a lo que ha renunciado… Al margen de todas esas consideraciones está el tsunami que trae consigo su llegada.

A nivel deportivo es innegable que es un salto de calidad del plantel, más madera en ataque en una demarcación que no podía fiar todo a Quiles. En el plano táctico veremos si otro esquema de juego, nuevo dibujo e indudablemente un considerable quebradero de cabeza para los rivales, obligados a modificar su scouting y a poner el foco en el ariete de Monelos. Y después está el factor emocional: el regreso del que fue el hijo pródigo, un jugador coruñés, identificado con la ciudad, con sus colores, que llegó siendo casi un desconocido, llenó las arcas del club tras fichar por el Arsenal y regresó para tratar de salvar al equipo de un descalabro que consiguió de forma milagrosa en el Camp Nou, pero que no pudo evitar en la infausta campaña 2017-18.

¿Y qué opina el motor del Depor? Esos 24.000 socios que sonrojan a otros equipos de Primera, que ni siquiera pueden soñar con acercarse a esa masa social blanquiazul, que no importa cuánto caiga el equipo ahí sigue, impasible, incansable, inquebrantable. En general el fichaje ha aumentado la ilusión a una hinchada que lleva tres años sufriendo a su equipo fuera del fútbol profesional y que aún tiene pesadillas con ese no ascenso ante el Albacete , cuando todo parecía de cara en un Riazor que ya había llorado en el pasado tragedias.

No parece ser el sino del Dépor lograrlo cuando está todo a favor, pero ahora tiene que subirse a la ola de Lucas Pérez, a esas ganas e ilusión, para esta vez sí, salir de ese pozo donde se metió de forma injusta después del escándalo del 'Caso Fuenlabrada'. Un pasado del que aprender, un presente prometedor, un futuro emocionante para un equipo que en los 90 se ganó el corazón de la afición nacional y que ha vuelto a asombrar a propios y extraños, demostrando que en el fútbol, más allá de la frialdad del 'Big Data' o del dinero, aún quedan los sentimientos.

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