Cádiz - Barcelona
La pizarra del Cádiz 0-0 Barcelona
Los amarillos ofrecen su partido más completo hasta el momento con un derroche de trabajo e intensidad, junto a un paso adelante en la recta final buscando con ahínco una victoria que se queda cerca
Un paso adelante
El partido más completo de la temporada lo ofreció el Cádiz ante el rival más complicado, sobre el papel, de lo que va de temporada. Cierto es que la Real Sociedad puso en muchos más aprietos que el Barcelona a los amarillos, pero por papel y calidad el partido de los de Cervera fue bastante completo ante un equipo que en cualquier momento te puede hacer un traje.
Con novedades, sobre todo en los extremos, el Cádiz planteaba un partido aferrándose a su principal fuerte, el sistema defensivo. Los amarillos salían bien plantados desde el primer minuto y no dejaban espacios a un Barcelona totalmente sin ideas y roto en el campo. Los minutos pasaban y el equipo de Koeman era un conjunto plano y sin ideas frente a un Cádiz serio pero que no era capaz de generar inquietud en la portería de Ter Stegen.
El principal problema de los amarillos se veía una semana más a la hora de generar peligro y no ser capaz de meter en aprietos al Barcelona. Sobre todo porque los amarillos conseguían robar balones pero eran incapaces de llegar al campo rival. Con todo, el Cádiz dio un paso adelante cuando el partido lo requería con diez jugadores el Barcelona. Los amarillos fueron a por el partido y solo la falta de calidad arriba privó al conjunto cadista de la victoria.
En ese ida y vuelta, poco del gusto de Cervera, los amarillos generaban peligro aunque el Barça también tuvo la victoria. El empate deja un buen sabor de boca pero nunca antes el Cádiz lo tuvo más cerca para repetir la hazaña de la pasada temporada.
1. Cambios en las bandas
Cervera apostaba por dos extremos nuevos en las bandas amarillas. Álvaro Jiménez y Arzamendia eran titulares junto con el regreso de Álvaro Negredo al equipo titular. El ex del Albacete no estuvo bien en la primera parte que jugó, sobre todo porque balón que tocaba, balón que perdía.
El Cádiz salía bien y se armaba desde el primer minuto plantando cara y jugando de tú a tú a un Barcelona sin ideas e incapaz de llegar con claridad al área de Conan. Desde el primer momento el Cádiz le daba la salida de balón a Araujo por la banda izquierda del Barcelona, donde el equipo culé generaba menos peligro.
Tomás Alarcón y Fali formaban una buena pareja en el centro del campo pendientes de De Jong, el jugador que más peligro podía generar. Los amarillos mostraban una enorme intensidad que daba sus frutos desde el primer momento. La lesión de Fali trastocaba los planes dando entrada a un Jonsson que no está al mismo nivel del valenciano pero que cumplió durante el partido.
2. La presión es culé
Con el paso de los minutos el Barcelona se veía más presionado por encontrar la victoria y el gol. Los azulgranas la pasaban canutas para intentar generar ocasiones claras. Memphis era el único de verdad que podía tener algo de peligro, viendo que el resto de jugadores azulgranas andaban perdidos y sin rumbo en el campo.
Cervera quitaba del campo a un desacertado Álvaro Jiménez y daba entrada a Salvi, más metido en el juego del equipo y con un trabajo más claro para el técnico amarillo. Tras la entrada del sanluqueño, Perea y Choco entraban por Arzamendia y Negredo. El Cádiz jugaba con el hondureño en punta, con Perea en la izquierda y Salvi en la derecha.
Los minutos pasaban y el Barcelona vivía su mejor momento con varias llegadas por banda derecha que ponían en aprietos a los amarillos hasta que llegó la expulsión.
3. A por la victoria
El Barcelona se quedaba con uno menos y en ese momento el Cádiz daba un paso adelante buscando con ahinco la victoria. Las llegada amarillas se multiplicaban con un Cádiz que abría mucho el campo y encontraba espacios sobre todo por la velocidad de Salvi.
El sanluqueño protagonizaba varias jugadas de peligro dada su profundidad pero unas veces la defensa y otras los desaciertos cadistas impedían el gol. Unas molestias de Iza daban entrada a Akapo en el campo y el Cádiz acababa atacando. En ese ida y vuelta, el Barcelona también rozó el gol cogiendo desprevenido a un Cádiz que no le gusta ese tipo de juego.
Al final un punto que sabe bien por el rival de enfrente, pero siempre con la sensación de que pudieron ser dos más.