Cádiz CF
Crecer
Para el aficionado no existe más crecimiento que contar con los mejores futbolistas
No hay que olvidar que lo caro, a la postre, resulta lo más barato
Sergio González toma mando en plaza
Todo por hacer
Superada esa línea cósmica que marca el solsticio de verano, parece que el ancho estío ya todo lo inunde de canícula, de pausa, de cansancio y de sopor. Un parón de lo cotidiano adonde el fútbol inverna, guarida veraniega donde por fin descansan las emociones, los pálpitos y las tribulaciones de la exigente competición.
Periodo de reposo, de análisis y reflexión de todo lo acontecido y de esperanzas y especulación sobre lo que habrá de venir. Tiempo para la confección de las nuevas plantillas , con sus altas, sus bajas, sus ventas, sus compras, sus múltiples ofrecimientos de jugadores, sus fichajes sorprendentes y sus intentos frustrados.
Es el momento de la ilusión, de la confección de un equipo con garantías para la próxima temporada, que aporte satisfacciones y que permita crecer. Crecer . Explícito concepto, que en ocasiones se torna ambiguo, sobre todo cuando su obtención ha de pasar por la venta de los más destacados elementos que se poseen.
Para el aficionado no existe más crecimiento que contar con los mejores futbolistas. Lo que, al margen del albur del endimiento que puedan ofrecer las nuevas incorporaciones, indefectiblemente pasa por la continuidad de los jugadores que más destacaron en la temporada anterior. Punto de partida inexcusable para empezar a crecer.
Por eso no se entiende que se pongan alegremente en el mercado a Conan Ledesma, Brian Ocampo y Bongonda , salvo que alguna oferta, por completo irrechazable, obligue a sus salidas. Se trata de futbolistas que sólo han apuntado una pequeña parte de lo mucho que pueden ofrecer y aún les queda grandes tardes de gloria que regalar al cadismo.
Del mismo modo, bueno sería realizar un esfuerzo económico para retener a Iza y 'Pacha' Espino , dos laterales de contrastada calidad y cuya sustitución no sería nada fácil. No hay que olvidar que lo caro, a la postre, resulta lo más barato.
Como tampoco se entiende que se pueda crecer con la renovación unilateral de ilustres veteranos que, por el motivo que sea, no cuentan para el entrenador. Cavilaciones que vuelan en el sopor del estío... sobre el deseo de crecer.
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