Desde la platea
Que cojan papel los 'scouting'
'No seré yo el que diga lo que le hace falta a la plantilla'
No voy a entrar en el juego de ser entrenador ni ojeador (scouting, que dicen los modernos) con el Cádiz. Mi equipo. Por eso no voy a entrar en juzgar si la plantilla era corta, larga, con calidad o sin ella. Eso queda en el gusto personal de cada uno de los miles de cadistas, que como buenos aficionados, todos llevan un entrenador dentro. Pero creo que sí debo dar las gracias.
Igual que el evangelio de hoy nos contaba que Jesucristo nos daba un mandamiento único, el del amor, Cervera ha traído un mandamiento único a los amarillos, el de competir . Eso que él definió en varias palabras como 'La lucha no se negocia'. Y hay que dar las gracias al equipo por competir, sobre todo e ste pasado sábado , con el equipo ya salvado y ganando un partido que llamaba a la relajación hasta llegar a pachanga veraniega.
Una vez conseguido el objetivo sobradamente, lo que está en juego no son pocas cosas. Para empezar la imagen del club, siguiendo por la del entrenador y continuando por la de los propios jugadores, que deben honrar el escudo que llevan en la camiseta y su propia imagen de futbolista profesional. El pachanguismo llama a la puerta de estas jornadas restantes y por eso hay que dar las gracias por lo hecho este sábado, por competir, por ganar.
Toca ahora a los jugadores disfrutar compitiendo , y a ser posible seguir sumando puntos para quedar en la clasificación los más alto posible y pasar a la historia del club. Y arriba, en los despachos, toca trabajar para para reforzar una plantilla que permita lograr el mismo objetivo la próxima temporada.
No seré yo, que no soy un moderno 'scouting', el que diga lo que le hace falta a la plantilla. A mí solo me corresponde dar las gracias por lo logrado , entre otras cosas por permitir que tenga la oportunidad de llevar a mi hijo la próxima temporada a que, por primera vez, vea a su equipo jugando en primera.
No seré yo el que califique a ninguno de los posibles nombres que puedan sonar para el equipo, ni a pedir otros. Y recomiendo que cuando a alguien le entren esas ganas, cojan un papel y un lápiz y copien 50 veces: «No volveré a hacer de entrenador de grada mientras Cervera esté en el banquillo, porque él mejor que yo sabe qué hacer en el vestuario».