Mauricio García - Cádiz CF. Desde la platea
No vivan enfadados
He dejado de creer en que la salvación es posible porque el calendario que queda lo pone muy complicado
A la plantilla y al entrenador ya no les pido que crean en la salvación sino en el fútbol
Lo de las redes 'asociales' da una imagen que dista mucho de eso que tanto se presume de 'mejor afición': esto es un juego, un divertimento, no es para vivir encabronado
El fútbol es un juego.
He dejado de creer en que la salvación es posible. A partir de ahí, que los que reparten los carnés de buenos o malos cadistas me desprecien si quieren. En el fútbol dos más dos no son cuatro, es cierto. Podemos entrar en los tópicos del 'hasta el rabo todo es toro' (los antitaurinos enfadados también), 'puede darse el milagro' (que pasen los anticlericales) o 'se puede hacer si le echan huevos' (ahora feministas y animalistas mosqueados), pero el calendario que queda me pone complicado creer .
Muchos pensarán que si no creo soy un mal cadista o se preguntarán para qué voy a verlo. Fácil. En este bendito deporte, entre el 'hemos venido a emborracharnos' cantado en un descenso y el criticar hasta que un jugador promocione un negocio en el que se ha embarcado (como Cala) hay todo un mundo por disfrutar.
Entre ambos extremos se puede seguir disfrutando de tu equipo, aunque no se vaya a conseguir el objetivo, por puro placer de ver fútbol, de ver a los tuyos, con toda la pasión que tengas durante 90 minutos. También se puede, incluso se debe en su momento, pitar y criticar la gestión deportiva. Igual que se puede pasar página del entrenador ya cesado, no dilapidar a jugadores que hace menos de un año se encumbraban como si fueran Pelé o enterrar ya a un entrenador que aunque le ha cambiado la cara al equipo no nos saca de los puestos de descenso.
Obviamente, cada uno es libre de pensar como quiera y de gestionar el dolor de un lento descenso como lo vea oportuno, pero lo de las redes 'asociales' da una imagen que dista mucho de eso que tanto se presume de 'mejor afición'. El fútbol es mucho más simple. No deja de ser un deporte y como tal entran muchos matices que te hacen cumplir o no objetivos, triunfar o fracasar, pero el fracaso no es una tragedia, es un aprendizaje.
Por todo eso, a la plantilla y al entrenador ya no les pido que crean en la salvación sino en el fútbol. Que salgan a competir y por lo menos nos diviertan, porque bajar los brazos en el césped sería prostituir este bendito deporte. Porque esto es un juego, un divertimento, no es para vivir encabronado. Para eso ya hay otras cosas. Lo de la pelotita va de divertirse 90 minutos y el ratito que se eche en un bar cerveza en mano. No vivan enfadados.
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