(Previa) ¿Y si despiertan ante un ogro?

Y si de repente estos que van de amarillo y llevan varios meses dormitando les da por despertar y se meriendan a un ogro que llega sin su principal arma. Y si a los de amarillo les da por regalarle una victoria a su aburrida afición igualita que la que le regaló hace un curso ante el Atlético de Madrid en uno de los partidos más bellos que presenció Carranza en la temporada 2022/2023. Y si se lo creen. Y si responden como suelen acostumbrar cuando llegan las curvas que salvan del abismo. Y si maduran. Y si se motivan. Y si les da igual los escudos del pecho y se obcecan solo en el verde, en el balón y en la portería contraria. Y si... Y si...

Pues estaría genial, por supuesto. Pero lamentablemente la realidad augura un encuentro muy áspero, complejo y complicado para soñar. ¿Y por qué? Pues muy fácil y todos pueden tener la respuesta. Para empezar porque el que se sienta en frente es un Real Madrid que, aunque con bajas, camina con firmeza por una Liga donde se ha destapado el Girona y se ha escondido la Farsa de Xavi. Y para terminar porque este Cádiz CF ni anda bien ni parece que lo vaya a conseguir en un breve periodo de tiempo. Y claro que es una lástima. Pero la situación es la que es y esa misma señala a un once de Sergio sin alma, sin tensión, sin balón y casi que sin corazón. A este vestuario le faltan líderes y los pocos que tenía casi que ni aparecen por el campo. Y así, tirar de arrojo, valentía y ambición siempre es más difícil.

La salvedad de esta jornada es que no hace falta un chute extra de motivación porque sería un insulto si un profesional no se ilusiona con el mero hecho de enfrentarse al rey de Europa, del mundo, de todo un deporte. Viene el Madrid y a este equipo le acompaña todo un rosario de leyendas, trofeos y títulos que poco importa el momento en el que se encuentre y los lesionados con los que llegue.

Al margen de la clasificación y los tres puntos en liza, este domingo por la tarde el cadismo debe prepararse una fiesta. Después, lo que suceda sobre el campo ya es otra historia. El mero hecho de medirse al mejor equipo del mundo ha de celebrarse y olvidarse incluso de la importancia del choque. Eso ya está en manos de once profesionales que son los que intentarán poner la guinda a la fiesta. El resto, la parroquia, la masa social, la afición ha de vestirse desde primera hora de la mañana con los colores de su equipo y salir a la calle a comérsela y a enorgullecerse de un club que vive su cuarto año en la elite.

Dicho aquello, lo importante vendrá en cuanto el madrileño Guillermo Cuadra Fernández pite el final del encuentro. Los encuentros en Palma y Vigo serán los que dictaminarán buena parte de la temporada y el futuro de un Sergio que debe buscar ante el Madrid la imagen que todos desean que dé un equipo que ahora mismo no tiene identidad.

Se podrá perder o ganar, pero el único objetivo que el personal pide cumplir a su equipo es que mejore las sensaciones. Da igual que en frente se encuentre el Real Madrid; las ganas han de superar con creces a lo que genere el equipo. Es cierto que todo es relativo ante equipos de esta talla, pero los jugadores del Cádiz CF deben empezar a andar hoy con mayor dignidad para llegar a Mallorca con algo de amor propio.

Y para eso, Sergio dispondrá de un once que debe ser el de gala a pesar de las significativas ausencias y la deplorable forma física de muchos de sus titulares. Con todo y con eso, el equipo que saldrá de inicio para medirse a los de Carlo Ancelotti no será muy diferente al de Conan Ledesma bajo palos. Iza, Fali, Javi Hernández y Lucas Pires en la línea defensiva. Rubén Alcaraz y Álex bregarán en la sala de máquinas para intentar frenar a los viejos rockeros Kroos y Modric. Los estiletes en bandas deberán ser Iván Alejo y Robert Navarro y en la punta del ataque los dos mejores delanteros con los que se cuenta ahora: Chris Ramos y Roger.

El equipo, cogido con alfileres, debe dar ese paso adelante para mostrar algo de orgullo tras el chapuzón de triste realidad que se dio en el Getafe. Aquella derrota ante un rival en inferioridad numérica es posiblemente el tropiezo que mayor crédito le ha quitado a Sergio. Y eso, al entrenador catalán, aún le sigue pesando. Bueno, eso y la calamitosa dinámica de resultados que ha enganchado al firmar sólo tres puntos de los últimos 24. Por eso, todo lo que sea sumar ante el Real Madrid podría servirle para no viajar a Palma y Vigo con el patíbulo en el equipaje.