Obligado a reactivarse (Previa)

¡Qué alivio! Eso es lo primero que debe pensar hoy por hoy cualquier cadista cuando ve que su equipo juega su encuentro liguero lejos de La Tacita de Plata. Sí, por extraño y anómalo que parezca, el Cádiz CF cuanto más lejos de casa juegue esta temporada, mejor. Al menos eso parece visto lo visto en un inicio de campeonato tan irregular y dubitativo.

Ahora el Cádiz CF visita Huesca. A las 20.30 horas de este viernes dará comienzo su encuentro en El Alcoraz, un estadio en el que el equipo gaditano celebró su primera victoria en el regreso a Primera hace ya más de cuatro años. La única en todas sus visitas a terreno altoaragonés. Fue en plena pandemia de Covid–19, sin público en las gradas y con la ilusión del histórico que volvía a la elite del fútbol profesional. Negredo y Pombo certificaron el triunfo en un día en el que Alberto Cifuentes hacía historia bajo palos como guardameta longevo. Poco después se retiró.

Desde entonces hasta el pasado curso estuvo el Cádiz CF en la máxima categoría, donde apenas coincidió un curso con aquel Huesca. Cuatro temporadas que no tuvieron continuidad y por eso está ahora el equipo gaditano en el segundo escalón. Y además sufriendo en su vuelta a la plata. Algo que también le sucede a Almería y Granada, los otros dos que descendieron.

Tan compleja y competitiva es LaLiga Hypermotion que el Cádiz CF ya lo sufre cada semana. Los gaditanos ocupan la 15ª posición de una clasificación en la que todo está apretado. El Huesca, sin ir más lejos, es quinto con apenas tres puntos más que los amarillos. O lo que es lo mismo, una victoria del equipo de Paco López le coloca con los mismos puntos que los oscenses. En cambio, un triunfo de los pupilos de Antonio Hidalgo ante el Cádiz CF les hace dormir líderes.

El caso es que después de siete encuentros el Cádiz CF no conoce la derrota a domicilio y no sabe ganar en casa. El mundo al revés.

Lejos del Estadio Carranza este Cádiz CF ha puntuado ante el ahora líder Levante, donde incluso pudo ganar, y ha ganado al Castellón y al Cartagena en sus dos últimas salidas. Por contra, en el que debería ser su fortín ha sufrido una escandalosa goleada en el estreno ante el Zaragoza, ha sacado dos insulsos empates frente a Tenerife y Racing de Ferrol (equipos situados en el fondo de la clasificación), y viene de perder ante el modesto Eldense que, dicho sea de paso, bailó a los gaditanos durante muchos minutos la pasada jornada.

Cierto es que queda mucho, pero la realidad es que la preocupación se ha instalado en el día a día de un Cádiz CF que no despega. No mucho hay que destacar en un equipo que si está saliendo a flote en ocasiones es por el ansiado acierto rematador de Chris Ramos, el empuje que contagia Iván Alejo (de los mejores del Cádiz CF en los últimos encuentros, con buenos centros incluidos) y algún destello de jugadores como Ontiveros. Hasta ahí. Esa carta de presentación es demasiado simple para un equipo que debería ser candidato a volver a Primera.

En la afición del Cádiz CF parece haberse instalado un clima de cierta desidia, lógica al ver el rendimiento de un equipo que no manda sobre el rectángulo de juego. Y eso es lo mínimo que se le pide y exige.

Paco López ya ha advertido que habrá cambios. No muchos, pero alguno que otro habrá. Y ahí podría tener Iván Alejo su oportunidad de volver al once. O Kouamé como refuerzo en la medular. E incluso Fali, presente en la lista de convocados después de su ausencia en las últimas semanas.

No mucho más podría cambiar en un equipo en el que Ontiveros (que vuelve a Huesca) y Brian Ocampo no terminan de adaptarse cuando salen juntos en el once titular al preferir ambos partir desde la izquierda. El míster, eso sí, recalca que confía en ellos.

Los únicos que no estarán son los lesionados Tomás Alarcón, Óscar Melendo (sigue sin debutar) y Roger Martí. A ellos se ha unido Fede San Emeterio, quien no terminó la cita ante el Eldense.

Con eso es necesario ganar al Huesca antes de recibir al Málaga el próximo sábado 12 de octubre en su primer duelo andaluz de la temporada.

Acostumbrado a hacer modificaciones está Antonio Hidalgo, el entrenador del Huesca. El técnico barcelonés ya sabe que no podrá contar con el malagueño Joaquín, uno de sus jugadores más desequilibrantes. El andaluz y Javi Pérez son las dos bajas de peso con las que llega el equipo oscense al encuentro de este viernes.

Los demás estarán operativos, incluidos el apercibido Óscar Sielva y el recuperado Loureiro. También un 'viejo rockero' como Sergi Enrich.

Un equipo trabajado y con experiencia en Segunda que se muestra sólido. Este curso empezó como un cohete y, aunque se ha desinflado lejos de casa, también es una amenaza para un Cádiz CF desnortado que necesita dar otro golpe de gracia lejos de casa. Y a partir de ahí ver si al fin todo cambia donde tiene que cambiar.