Cádiz CF
Sometidos a dos mazazos
A pesar del inicio prometedor con el entrenador catalán, sus hombres ya han recibido un par de varapalos complicados en el plano mental
Está siendo muy duro para el Cádiz CF de Sergio. El entrenador catalán cogía a un equipo varado, casi sin fe después de caer en Pamplona en un partido que puso fin a la gloriosa etapa de Álvaro Cervera, que cansado de tanto esfuerzo parecía haber arrojado la toalla que cogió del suelo el presidente Manuel Vizcaíno para entregársela a un sustituto.
Y la verdad es que en pocos días Sergio fue capaz de cambiar el cariz de los acontecimientos. De la pena se pasó a la alegría y del victimismo se pasó al optimismo. Y lo más importante, de las ruedas de prensa en positivo se pasó a confirmarse en donde verdaderamente importa, en el verde. Ese que da y quita razones.
Y el caso es que el césped pronto comenzó a darle la razón a Vizcaíno. Bueno, no. Tan pronto no fue porque en los primeros 45 minutos de Sergio en el banquillo de Carranza se mascó la tragedia. El Espanyol resolvía fácilmente la primera mitad y se iba al descans ganando 0-1 y tras perdonar varias ocasiones. El runrun en la grada estaba servido pero llegó una segunda mitad de ensueño para el Cádiz, que se quedó muy cerca de remontar un partido casi dos años después.
Los goles de Negredo e Iván Alejo, defenestrados por Cervera y resucitados por Sergio , hicieron soñar a un Carranza que en el último suspiro del último segundo del descuento quedó silenciado como un tanatorio con el gol del empate perico que dejaba en nada la fiesta que se estaba viviendo en las gradas. Fue el primer mazazo de la era Sergio.
Días antes llegó el primer partido con Sergio en el banquillo y efectivamente fue el peor de todos. Pero se empató en El Molinón y la victoria en los penaltis daban paso a los cuartos de final de Copa y dejaban un buen sabor de boca en un vestuario que comenzaba a creer en las nuevas ideas.
Pasó el encuentro ante Espanyol, que se jugó entre semana, y esperaba la primera final en el Ciutat de Valencia, donde se conseguía la tercera victoria liguera y primera con Sergio al frente . Partido perfecto en el que se equilibró la defensa y el ataque y el cadismo se unía al vestuario para creer. Para colmo, Sergio, radiante en rueda de prensa, agradecía el trabajo defensivo desarrollado por su antecesor y le hacía artífice del 0-2.
Levantados en la moral tras el jarro de agua fría ante el Espanyol, los hombres descansaron la semana por selecciones y prepararon con valentía los siguientes encuentros en los que se ganaría en posesión de balón pero no en el resultado. Así, llegó Mestalla y se pierde con diginidad y tras otra posible falta a Cala en el primer gol che. Otra acción polémica para el saco. Se pierde pero se cae con dignidad. Esa es la lectura que se hace de un encuentro que tan solo es la antesala de otra gran final, la de Mallorca.
Pero si el mazazo ante el Espanyol fue deportivo -también hay quien se queja de una posición ilegal de un jugador del Espanyol que no estaba sobre el campo en el momento del saque de banda-, el de Palma ha sido arbitral. Y contra ese ya es más complicado levantarse. Es cierto que el Mallorca pudo ser mejor a lo largo de los 90 minutos, pero el Cádiz también tuvo sus oportunidades, mínimo, para llevarse un punto que sólo se lo quitó un árbitro que arruinó a los de Sergio.
El mazazo ha sido tremendo y para muchos puede ser un punto de inflexión negativo como lo fue aquel Villarreal 2 Cádiz 1 de la 2005/06 en la que se le anuló un gol legal al Cacique Medina por la cacicada del entoncer linier Rafa Guerrero. No había VAR por entonces, pero todo indica que con el paso de los tiempos lo que verdaderamente importa es la enjundia que tenga o no el equipo.
Dos varapalos lleva el Cádiz de Sergio, que por delante tiene dos encuentros claves en casa ante Celta y Getafe. Todo lo que no sea sacar los seis puntos sería un flaco favor a la permanencia. Y todo, con la moral por los suelos. No será fácil.
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