Mallorca - Cádiz

La pizarra del Mallorca - Cádiz

Al margen de la actuación arbitral, el partido dejó varias lecturas muy interesantes

Haroyan pugna con Muriiqi en una jugada a balón parado. EFE

Alfonso Carbonell

Al margen del penoso e infantil arbitraje de Carlos del Cerro Grande , Mallorca y Cádiz mantuvieron un duelo de poder a poder en el que a los puntos, quizás, tuvo que haber ganado el conjunto insular. No obstante, los hombres de Sergio estuvieron por momentos muy cómodos y en varias ocasiones, de haber estado más acertados de cara a puerta, pudieron darle la vuelta al marcador o empatar como mínimo.

Los 90 minutos, que fueron 100 por tantas interrupciones, sirvieron para volver a confirmar que este Cádiz es muy distinto al de antes. Ahora, el once amarillo discute la pelota y los mensajes que se dan desde el banquillo son netamente ofensivos.

1. Un once con vocación ofensiva y para tener el balón

Con un 4-4-2 salió el Cádiz, que introducía tres cambios respecto al que salió en el campo del Levante. Así, Haroyan continuó reemplazando a Fali, que se lesionó en el Ciutat de Valencia. Alcaraz suplía al también lesionado San Emeterio y Lucas Pérez hacía lo propio con Lozano, sancionado.

La idea inicial de Sergio era hacerse con el balón desde el principio y efectivamente así fue en los primeros diez minutos donde el Cádiz pisó área rival hasta en tres ocasiones. Y a la tercera llegó el golazo. Un gol de Alcaraz que, quién lo diría, cambió el rumbo de los acontecimientos porque daba pie al vendaval mallorquín.

2. Sin cambios en el descanso

Al término de los primeros 45 minutos se llegó con empate en el marcador y gracias. A pesar de la doble ocasión que tuvieron Lucas Pérez y Alcaraz en el último minuto, el Mallorca llegó cuando y cómo quiso a la portería de Ledesma, que salvó en un par de ocasiones el segundo. Y si no estaba el argentino, aparecían los palos, como con el lanzamiento que puso fin a la primera mitad de Ángel que rebotó en los dos postes.

A pesar del baile con el que el Mallorca mareó al Cádiz, Sergio no quiso tocar sorprendentemente el equipo una vez llegado el descanso. Esto provocó que el Mallorca siguiense llegando en tromba al área de Ledesma. Fue en el minuto 61, cinco antes del gol de penalti, que llegaron los dos primeros cambios. Sergio retiraba a los bandas (Alejo y Salvi) y metía a Sobrino y Jonsson para fortalecer el centro del campo. Esta modificación apenas inquietó al Mallorca.

3. Defensa de tres y al ataque

Con 2-1 en el marcador y en el 74' de partido, Sergio quema sus naves y saca del campo a un desnortado Álex para dejar una defensa de tres centrales con el recién entrado Luis Hernández, Haroyan y Chust. Y ahora sí, con Jonsson y Alcaraz moviendo el balón y Espino e Iza como carrileros, el Cádiz comienza a llegar con insistencia al área bermellona pero Sobrino volvió a errar de cara a puerta situándose como mediapunta por detrás de Lucas y Negredo, que tampoco estuvieron nada acertados.

Ya a la desesperada y en el 90', Sergio se equivoca moviendo un árbol cuando no debía ya que las entradas de Perea e Idrissi por Haroyan y Lucas Pérez desdibujan un tanto al equipo, que en pleno descuento no tenía mucho tiempo para adaptarse. Tanto fue así que pudo llegar el tercero del Mallorca.

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