Cádiz CF

¿Está preparado el Cádiz CF para su primera final?

El pésimo arranque liguero obliga a los hombres de Sergio a sacar algo positivo en Pucela pese a estar tan sólo en la sexta jornada. ¿Están preparados?

El Barcelona pasó por encima del Cádiz el pasado sábado sin miramiento alguno. :: l. v.

Alfonso Carbonell

No se está más que en el mes de septiembre y ya le ha llegado al Cádiz CF su primera final . Así, como el que no quiere la cosa. El que quiera emociones, este viernes ya las tiene todas bien juntitas. Como si no hubiera bastado el pasado final de curso, donde se salvó la categoría gracias a un tercer rival y en la última jornada, este año la cosa ha empezado bastante más seria. Y sí, si al Cádiz CF de Sergio le da por no puntuar en su desplazamiento a Valladolid la cosa se pondría bien calentita a mediados de septiembre.

La sensación es evidente, y a la par, desoladora . Este Cádiz CF no sólo no se encuentra rodado sino que parece en construcción, como si estuviera aún en plena pretemporada. Las cosas se han hecho rematadamente mal y no sólo en las plantas nobles del estadio de la Plaza de Madrid, no, las cosas tampoco se han hecho bien en el verde.Las miradas no sólo deben ir al máximo responsable, que lo es, sino que también hay que bajarlas del palco al banquillo, donde no se está dando ningún acierto.

Las razones por las que el Cádiz CF está así son de sobra conocidas. Tan conocidas que se podían ir vislumbrando a medida que avanzaba el verano y al equipo no se le estaba reforzando como sí lo estaban haciendo otros. Y si se tira más atrás en el tiempo, desde el justo momento en el que una pieza elemental en el organigrama táctico del equipo se lesionaba de gravedad y se sabía que no comenzaría jugando la Liga. ¿Y qué se hizo? Dejar pasar el tiempo como si nada y no buscarle un sustituto a Alcaraz que ha lamentado el equipo de la forma más dañina, perdiendo no sólo en el marcador sino olvidando a lo que se jugaba.

Ni el cuerpo técnico ha hecho su trabajo, ni mucho menos ha repuesto lo que le debían reponer sus superiores. Vizcaíno y su equipo deportivo han dejado llegar la temporada sin un recambio de garantias para el que hoy por hoy es la gran esperanza amarilla tal y como quedó demostrado con la gran ovación que se llevó Alcaraz al reaparecer después de su lesión en Liga.

Errores desde el banquillo al palco

Sergio ha tenido el craso error de no destacar durante el pasado verano una ausencia que se lleva lamentando desde que acabó el partido en Mendizorroza y a eso hay que unirle que la directiva, donde el director deportivo brilla por su ausencia, no se paró a medir hasta donde llegaba el estropicio de no buscarle un sustituto a un mediocentro organizador que ya en mayo se avisaba que podría volver para después del Mundial de Catar.

Afortunadamente, Rubén Alcaraz ha rebajado una barbaridad esos primeros pronósticos y no ha dejado que llegase el primer parón por las selecciones para volver a batirse el cobre junto a unos compañeros que tampoco han empezado de la forma más óptima físicamente hablando.

Pero el tiempo no espera. El Cádiz ha jugado demasiado con fuego y lo sigue haciendo con la ‘baraka’ de su presidente pero este año todo ha comenzado torcido debido a una pésima planificación deportiva que ahora se está pagando con unas consecuencias desastrosas. Tan desastrosas que a mediados de septiembre el Cádiz CF ya se enfrenta a su primera final tal y como manifestó el pasado sábado su propio entrenador después de la nueva goleada encajada, esta por parte de un «Barcelona temible», como así lo definió Sergio González.

«El partido en Valladolid, por la trayectoria que llevamos, puede ser una final. El partido es muy importante», manifestó el técnico catalán que se encuentra colista de la clasificación. Y para que un entrenador se ponga este tipo de presión en la sexta jornada ya debe estar la cosa apretada. Y lo está. Vaya si lo está.

La cuestión ahora es preguntarse si está el equipo preparado para jugar una final ahora mismo. Y no, si hay que ser neutral y frío, no, no lo está. Ni de lejos.

¿Y por qué no lo está? Iremos por partes.

De entrada, por las propias palabras que vierte su entrenador a seis días del duelo ante el Valladolid. «En estos momentos, la sensación es que somos un clavo, todos son golpes ahora mismo. Tenemos que limpiar la cabeza y centrarnos en un partido vital para nosotros que es Valladolid», explicaba el técnico tras la derrota ante el Barcelona. Más pesimista no puede ser. Pero lo más dramático es que sus palabras no son más que fruto de la realidad. Ni el equipo está preparado, ni aparenta estarlo después de cinco partidos en donde nunca ha reflejado ser superior a su rival durante algo más de cinco minutos. Si acaso, ha estado igualado, pero más por la falta de intensidad del contrario que por mérito propio. Nada más que hay que ver cómo han ido las segundas partes cada vez que se ha llegado al descanso en son de paz y con empate en el electrónico.

Sergio siguió explicándose. «Mandar un mensaje ahora mismo es complicado porque es difícil gestionar que llevas catorce goles en contra, cero a favor y cero puntos , pero es lo que tenemos. Entiendo que la afición tenga dudas sobre la salvación pero queremos recuperar la estabilidad del equipo. Ahora mismo estamos siendo todos muy pequeños». Palabras que suenan como a pedradas al optimismo de cara a una eventual final en Valladolid ante un rival directo.

Pero no queda otra que agarrarse a otra y ese clavo no es otro que la recuperación de jugadores determinantes la pasada campada y que este año han empezado en la enfermería o renqueantes, como los casos de Iván Alejo, Álex Fernández, Fede San Emterio, Rubén Sobrino o Álvaro Negredo, que ahora empiezan a ligar minutos sin estar ni mucho menos a pleno rendimiento. Ni que decir tiene RubénAlcaraz, que acaba de recibir el alta médica y competitiva.

«Nos estamos acogiendo a esos fogonazos de luz de gente como Momo, Sobrino, San Emeterio... Jugadores que están reapareciendo poco a poco y vuelven a tener minutos. Tenemos que pensar que en Valladolid tenemos una oportunidad importante ante un equipo que se va a jugar con nosotros el objetivo», manifestó con esa porción de fe que está obligado a creer para levantar la moral de un equipo que está camino del hundimiento.

Es verdad que la enfermería parece vaciarse, aunque ahora ha entrado el Choco Lozano, pero tan cierto es eso como de los nombrados ninguno está al cien por cien. Por todo ello, la final que espera este viernes se afrontará como buenamente se pueda y recobrando esa confianza que ahora parece haberse perdido. Sin duda, la presencia de Alcaraz ya es una más que buena noticia, pero sería milagroso poder contar con el durante los 90 minutos. Ha llegado la primera final y al Cádiz CF le han pilado con el pie cambiado y llegará a ella cogido con alfileres.

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