Sergio no da con la tecla

Sergio González trata de encontrar la fórmula para revertir la situación. De momento, el técnico amarillo no lo logra, y prueba con distintos métodos para encontrar esa versión que alcanzó en el tramo final de la temporada pasada, cuando otorgó identidad y reconocimiento al Cádiz Club de Fútbol.

Claro está que la pretemporada no ha sido para nada sencilla. De hecho, el equipo lo lleva notando desde el inicio liguero. El nivel físico y competitivo de la plantilla deja mucho que desear, pues varias de sus piezas muestran de una forma muy visible que no han alcanzado la forma óptima para jugar en la máxima categoría.

A todo esto se suman los diferentes contratiempos que Sergio González ha tenido que ir sorteando durante la preparación de la competición. El mercado de fichajes ha sido realmente malo en la entidad amarilla, y el propio técnico se quejó públicamente. Las piezas necesarias para cubrir los déficits que presentaba el plantel el pasado curso no llegaron, y las que han llegado están cubiertas de incógnita y lo han hecho con la temporada ya empezada, por lo que Sergio González los está teniendo que incorporar sobre la marcha.

Por otro lado, las lesiones han lastrado el inicio liguero amarillo. Jugadores capitales para el técnico que fueron fundamentales para lograr la permanencia, como Rubén Sobrino, Alcaraz, Alejo, Álex Fernández o Fede San Emeterio no han iniciado en buenas condiciones físicas la liga y eso ha trastocado los planes del técnico, que adolece de la medular más de que ninguna otra posición, pues no acaba de encaminar a Tomás Alarcón en dicha demarcación.

En Vigo, Sergio González probó con un trivote en la medular que funcionó durante la primera mitad y se diluyó en tiempo récord en la segunda. Ante el Barcelona, realizó hasta cuatro cambios con respecto a Balaídos, dándole una nueva orientación al centro del campo, colocando a Fede junto a Álex y con la ayuda de Sobrino en la mediapunta.

Una nueva modificación a un once que, a diferencia del curso pasado, no es fijo. Sergio González continúa buscando lo ideal para el equipo. Ante los de Xavi colocó a Momo, que debutaba en Primera en el eje de la zaga. En los últimos minutos dio entrada a Rubén Alcaraz, que hizo notar su presencia notablemente.

Sergio busca la tecla perfecta mientras recupera a todos sus efectivos e incorpora a los automatismos del bloque a los nuevos. De momento ya han pasado cinco jornadas y el encuentro en Pucela sabe a final. El técnico no ha repetido once en lo que llevamos de temporada y todo apunta a que en Valladolid tampoco lo hará, en su continua búsqueda del método para revertir la situación.