Caso Invercaria

Los clientes de la empresa subvencionada del presidente del Cádiz CF: el Sevilla FC, la casa de Vizcaíno y Burguillos Natural

El fiscal, en su informe final, destacó que los cinco primeros trabajos de Own & Spa, que recibió 300.000 euros de Invercaria, fueron a personas de «influencia»

Manuel Vizcaíno y el Caso Invercaria

El fiscal asegura que Pérez-Sauquillo decidió «con un acuerdo clandestino» la ayuda al presidente del Cádiz CF

Manuel Vizcaíno, a su llegada a la Audiencia de Sevilla. EP

Jesús Díaz

Ayer quedó visto para sentencia el séptimo juicio de la macrocausa de corrupción de Invercaria. Era la pieza referente a la subvención pedida en 2007, concedida en 2008 y ejecutada en 2009 de Invercaria a Own & Spa, creada en 2007 por Manuel Vizcaíno, presidente del Cádiz CF y exconsejero del Sevilla FC, y su hermana, y con el respaldo del expresidente del club José María del Nido, el exconsejero Antonio Lappi, y José María Cruz, actual director general de la entidad de Nervión. Precisamente el Sevilla FC, en 2007, fue uno de los cinco primeros clientes de la sociedad especializada en la instalación de spa, colocando uno de ellos la ciudad deportiva del equipo.

María Ángeles Vizcaíno, la tercera acusada en esta causa con su hermano Manuel y el expresidente de Invercaria Tomás Pérez-Sauquillo, fue la que expuso en su declaración ante el tribunal que el proyecto contaba con personas de solvencia y con fuerza comercial y con quienes «todo el mundo quería hacer negocio», refiriéndose al Del Nido, Lappi, Cruz o el propio Manuel Vizcaíno. Todos eran socios.

El fiscal anticorrupción Fernando Soto explicó ayer en su informe final que la empresa no quiso entregar su facturación de 2007, que superó los 150.000 euros, y encontró la explicación en sus primeros clientes. Fueron cinco. La casa de Manuel Vizcaíno, un hermano de éste, el ya citado Sevilla FC, una floristería «vinculada» a la familia de la mujer de Vizcaíno y Burguillos Natural, la sociedad participada mayoritariamente por el Ayuntamiento de dicho municipio y quebrada económicamente, que contaba con el asesoramiento de José María del Nido.

La viabilidad de la empresa con ayudas públicas

Al año siguiente, en 2008, facturó 2008 y después llegó la crisis. La empresa de Vizcaíno también echó el cierre tiempo después, a pesar de haber recibido 300.000 euros en dos pagos. Sólo se materializó el primero. Según el fiscal, la viabilidad de esta sociedad estaba condicionada a las ayudas públicas de Invercaria y a las solicitada a la agencia IDEA, que se las denegó.

Fernando Soto, recordando las manifestaciones de la interventora de la Junta de Andalucía María Luisa Raya, dijo que el agujero patrimonial en Invercaria fue de 21 millones de euros por la gestión de los préstamos, que no devolvieron ni se reclamaron hasta que no estalló el caso judicial. Se concedieron sin publicidad, ni criterios de concurrencia, según Soto. Invercaria estableció «un ecosistema bastante irregular para conceder subvenciones públicas».

Para el fiscal, los hechos constituyen un delito de prevaricación en concurso con otro de malversación. Pide seis años de cárcel para Tomás Pérez-Sauquillo, que ya arrastra cuatro condenados y una absolución en los anteriores juicios de Invercaria, y dos años y medio de prisión para Manuel y María Ángeles Vizcaíno.

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