Estadio Cádiz CF
Carranza 'juega' y se la juega
Del ambiente que se respire en la grada del estadio gaditano dependerá notablemente el caminar del Cádiz esta temporada
Decía un anuncio de Brummel que 'en las distancias cortas es donde una colonia de hombre se la juega ' y esto mismo bien le podría pasar al ambiente que cada dos semanas respiren los jugadores del Cádiz CF, que este mismo sábado vuelven a su casa para recibir al Valencia de Pepe Bordalás.
Con los últimos coletazos de la pandemia, e l fútbol va camino de recuperar la normalidad y este sábado , mascarillas mediante, Carranza podrá rozar el lleno una vez que la Junta ha abierto la mano en sus restricciones a la libertad .
Todo esto es aplaudido por todo el mundo del fútbol, que recupera su esencia. La afición al completo volverá a los estadios e incluso en breve también podrán haber hinchadas visitantes en campos foráneos dándole esa chispa a las gradas. Todo va rodando hacia la normalidad afortundamente.
Dicho todo lo anterior, el factor campo puede convertirse en una ventaja o en un inconveniente para el Cádiz CF según se vea. Porque en lo poco que lleva de Liga ya ha vivido las dos caras de la moneda. La cara la disfrutó el último encuentro celebrado en Carranza ante el Barcelona, donde los que fueron al estadio apoyaron como si de una final de Champions se tratase. Pero ojo, que también ha experimentado el revés de la moneda. La cruz se presentó en los últimos minutos del Cádiz-Real Sociedad en los que los pitos afloraron después del segundo gol txiri-urdin tras el mal partido de los amarillos.
Este sábado llega el Valencia a casa. Y no, no es el del año pasado de Javi Gracia, endeble y sin carisma . Bordalás le ha dado la tensión de la que carecía el once che y lo tiene, con cinco puntos más que el Cádiz CF, en la octava posición. Por tanto, puede considerarse el Valencia importante de todos los tiempos y no el del año pasado que coqueteó con el descenso. Lo hizo tanto que hasta tuvo que hacer el ridículo mundial con algo tan delicado y grave como fue el asunto de Cala y Diakhaby . Mejor dicho, con el asunto de este último, que quedó desenmascarado -junto a cantidad de políticos sedientos de justicia popular- por unas imágenes que no se encontraron ni en las reuniones del Ku Klux Klan.
Cambio de escenario
El caso es que el silencio imperante en los estadios en los partidos durante el curso pasado no le sirvió al francés del Valencia para demostrar su denuncia, pero sí que le sirvió al Cádiz CF para sacar puntos de campos donde con una grada ambientada habría sufrido lo indecible. Tanto fue así que los de Cervera lograron más puntos a domicilio que en su propia casa, donde echó de menos a los suyos como es lógico.
Sin embargo, el hándicap de la afición puede aparecer o no según la concienciación con la que el hincha vaya al estadio. Un ejemplo, si el cadista de a pie va a cada partido como fue en el día del Barcelona no hace falta que ni se hagan cuentas porque el Cádiz CF se salva. Seguro. En cambio, si el aficionado del conjunto amarillo va a su estadio como un exigente taurino del tendido 7 de Las Ventas tampoco tiren de calculadora porque el Cádiz CF baja. También seguro. Por eso mismo, Carranza y su ambiente no sólo se la juega en Primera sino que incluso juega en el verde, ahí donde sus jugadores se crecen o se amilanan dependiendo de cómo vaya la cosa en el cemento.
Cervera sabe lo que presiona y se hace respetar un estadio que igual es capaz de llevar en volandas a su equipo como de tumbarlo si no ve arrojo, sacrificio y un poco de buen fútbol. De todo ello es consciente el entrenador del Cádiz CF y por eso a principios de temporada quiso mandar un mensaje a su parroquia en torno a que este año toca tener paciencia con el equipo , empatizar con lo que propone y no ser demasiado crítico cuando el juego no sea el deseado. Ese clima de run run y demás puede matar al once de Cervera en lo que sería visto como una inmolación no deseada por nadie.
Eso sí, el propio Cervera ha estado presente cuando se ha silbado a los suyos en Segunda. Poco o nada importaba que el equipo fuese líder en ese momento. Y es que había partidos que el juego del Cádiz CF era soporífero y eso no hay que olvidarlo tampoco puesto que como diría Juanito, y cambiándole el sentido de su expresión, '90 minuti son monto longos' si estos son aburridos.
Y para que eso no ocurra, para que el aburrimiento no se haga con la grada, el equipo de Cervera debe transmitir desde el primer momento. Es sabido que la joven afición de Cádiz CF es agradecida y que una carrera se puede aplaudir igual que un gesto técnico . Por eso, la falta de intensidad es prohibitiva en este equipo. Se podrá perdonar errores, pero la lucha no se negocia.
En definitiva, y siempre en pos del objetivo común de la permanencia: Carranza debe ser un volcán. Porque con el apoyo incondicional del público la cosa debe cambiar. No es lo mismo jugar contra el Getafe un domingo a las cuatro de la tarde con un solano de categoría que hacerlo ante el Barça por la noche y con los focos de todo un país puestos sobre el verde. Al jugador le cuesta igual motivarse ante un Rayo en Vallecas que a un seguidor ante un Granada, pero es ahí donde esta banda, con sus feligreses detrás, debe concienciarse que es donde descansa la permanencia. Porque sí, Carranza juega. Y este año, más.
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