CÁDIZ CF
Carmelo, Maradona y aquellos Cádiz CF-Sevilla FC
El 'Beckenbauer de la Bahía' y el astro argentino vivieron uno de los momentos más recordados de estos históricos duelos andaluces
Intensos y reñidos eran los duelos que Cádiz CF y Sevilla FC llevaban a cabo en los años 80 y 90. Eran citas con los nervios a flor de piel en los que al talento y el buen futbol se unían la rivalidad, el picante, el morbo...
En otras palabras, eran los Cádiz CF-Sevilla FC de antaño, uno de esos duelos que este domingo se volverán a revivir en el Estadio Ramón de Carranza , aunque de una manera diferente porque el fútbol ha cambiado mucho y sin espectadores en las gradas nada es igual. Ni por asomo.
Aunque el Sevilla FC ha pasado después de esas fechas por la capital gaditana con motivo de sus participaciones en el Trofeo Carranza, en la última y solitaria que el Cádiz CF pisó la Primera División o recientemente en la Copa del Rey, siempre quedan en el recuerdo aquellos enfrentamientos de décadas pasadas. Por aquel entonces con un Cádiz CF asentado en Primera y un Sevilla FC que aún estaba lejos de vivir la etapa más gloriosa de su historia.
Una de esas míticas citas tuvo lugar el 21 de marzo de 1993. Esa temporada se presentaba el Sevilla FC en La Tacita de Plata con el mejor jugador de todos los tiempos, aunque en el ocaso de su carrera. Diego Armando Maradona , el 10, era la cabeza visible de un equipo sevillista entrenado por Bilardo y que contaba, entre otros, con un joven 'Cholo' Simeone y Davor Suker en sus filas. Al otro lado estaba esperando el Cádiz CF de los Carmelo , Kiko, Tubo Fernández, Stimac y compañía, entrenado por Ramón Blanco. La cita terminó en empate (1-1), pero esa temporada el 'milagro' de la salvación no fue posible y el equipo gaditano inició una etapa negra que comenzó con el descenso a Segunda y la posterior marcha y larga travesía en Segunda B.
Una trifulca de época
Aquel Cádiz CF-Sevilla FC siempre se recordará por la trifulca entre Carmelo y Maradona , con la colaboración inestimable de los dos banquillos. Pasado aquel encuentro ambos presidentes, Luis Cuervas y el socialista Rafael Garófano, se culparon de los hechos.
Faltaban diez minutos para el final y a raíz de una falta cometida sobre Stimac los jugadores de ambos equipos comenzaron a discutir tomando protagonismo el argentino y el portuense, que cuenta como nadie lo que pasó. Y así lo relató en los micrófonos de 'Deportes COPE Cádiz' hace ahora dos años: « Lo que pasó es que Diego llevaba todo el partido diciéndonos de todo. Antes del incidente ya había tenido una con Stimac y estaba todo el rato insultándonos y diciéndonos de todo y, claro, al final se terminó liando lógicamete porque acabé estallando».
Para colmo, los banquillos no ayudaron a aminorar las disputas ya que la falta fue cerca de ellos. Aquí Carmelo recuerda la intervención del que era todo sangre, el malogrado Ramón Blanco . «Ellos encima tenían a un segundo entrenador que faltaba mucho también. Pues bien, yo no he visto pegar una 'mascá' más bien dada en el resto de mi vida y fue la que le pegó el difunto Ramón Blanco. ¡Qué pena que no esté aquí para corroborarlo. Ahí fue cuando se lió la trifulca». Hubo motivos para ello. «Cuando te mientan una cosa que te toca la fibra pues pierdes los papeles y eso fue lo que pasó», defendía el 'Beckenbauer de la Bahía'.
También tuvo su 'papelito' Paco Baena, segundo de Ramón Blanco. «Ambos la tuvieron en los banquillos. Y era lógico porque los dos eran dos armarios empotrados, dos bichos a los que si le tocaban la fibra se revolvían. Venían avasallando y así no se podía venir a un campo de fútbol. Y menos si era el nuestro », rememoraba el entonces central cadista.
«Fue una pena porque el fútbol es otra cosa»
Aunque no puede esconder que la anécdota le gusta haberla vivido, no esconde su mal comportamiento en el campo. « Fue una pena (lo que pasó) porque siempre ha sido un placer enfrentarse a él (Matadona) , pero el mito deja mucho que desear y a la pruebas me remito. Diariamente lo estamos comprobando. Venía ya pasado de vueltas. Recuerdo que Diego no hizo nada prácticamente en aquel partido. Y es que venía a pasearse por el campo», apuntaba en alusión a la vida extradeportiva del astro argentino.
En el mismo tono, Carmelo no podía más que seguir disculpándose por lo acontecido. « Fue una pena porque el fútbol es otra cosa y no tenía que haberse producido. Ya en su día pedí disculpas porque eso no es edificante para los niños , a los que se les tiene que enseñar los verdaderos valores del fútbol y del deporte Y esos hay que llevarlos adelante hasta el final».
«Es verdad que el recuerdo es muy entrañable y bonito; los cadistas lo recordamos con cariño aunque fue una pena de espectáculo. Pero estos que venían de la capital se creían que podían avasallarnos y eso no podía ser».
Y se despedía señalando que aunque «no fue nada edificante, en tu casa no podías dejarte avasallar».
Ahora vuelven esos clásicos del fútbol andaluz. Sin fútbol, sin el morbo y el picante de entonces, pero otra vez en Primera. Y eso es lo importante.
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