Cádiz CF
Sergio se pasa a la reacción
El entrenador cadista lleva dos partidos consecutivos acertando desde la pizarra con cambios determinantes para cambiar el plan inicial

Psicoanalizar a Sergio González es entretenido. Muy entretenido. Para empezar, parece fácil, pero seguramente sea más complejo de lo que se presupone por sus formas de plantear los partidos, los momentos, las segundas partes. Todo. El entrenador del Cádiz CF empezó siendo de una forma, la única que la clasificación le dejaba ser , y ahora comienza a presentar varios rasgos de una personalidad futbolística más que interesantes.
Sergio es un entrenador que ha demostrado ser de Primera desde sus tiempos en el Valladolid y que confirmó con creces el año pasado en Cádiz, donde cogió a un equipo en ciernes y destrozado tanto por arriba como por abajo.
La misión parecía imposible, pero sólo había un camino y fue el que emprendió desde que se sentó en el primer partido de Liga ante el Espanyol en Carranza. No tenía otra que convertirse en un entrenador de acción. Al Cádiz CF solo le valía ganar y para eso lo más lógico es que se tire por un único camino.
Y desde el primer día Sergio le dio la vuelta al calcetín a un equipo que llevaba seis años defendiéndose . De pronto, ese mismo Cádiz CF que escupía los balones ahora los pedía, los quería, los discutía y hacía todo lo posible por tenerlo. De buenas a primeras, el once amarillo se hizo protagonista de los partidos y de esa manera engatusó a la afición, que se frotaba los ojos viendo a sus jugadores no rifar el balón cada vez que le llegaba.
Practicaba el Cádiz CF un partido en una sola dirección . Pero no sería fácil porque los resultados no terminaban de dar la razón al juego del equipo. Y llegaron las críticas después de no ganar en Granada ante un rival directo y en inferioridad numérica. Fue entonces, esas tres jornadas (una en Granada y dos en casa ante Celta y Getafe) que se sumaron, más bien restaron, tres empates seguidos para decepción de una afición que vio como el técnico catalán daba un paso atrás colocando una defensa de cinco.
Pero el Cádiz CF, a pesar de no sumar más que una victoria en seis partidos (en campo del Levante) y una derrota y cuatro empates, no perdió comba hasta que llegó el Rayo a Carranza y ganó 2-0 con ese juego atrevido y casi que kamikaze que no tuvo otra que emplear un entrenador de acción, la que ponía siempre desde el minuto uno su entrenador en la búsqueda de la victoria.
Porque ese Cádiz CF comenzaba mandando o, cuanto menos, intentando mandar. La consigna era clara: una defensa adelantada y en bloque y con posesiones relativamente largas de balón si se comparaba con la era prehistórica, o sea, con Cervera en el banquillo. Esa valentía impuesta desde el principio casi que sin negociar comenzó a dar resultados y de la victoria en Vallecas se pasó a un gran partido, aunque sin premio, en el Wanda. La continuidad en el estilo siguió y con él la victoria en casa in extremis ante el Villarreal con gol de Sobrino.
Pero hubo un partido que marcó a Sergio tal y como ha admitido recientemente. Fue el Cádiz CF 1 Betis 2, donde el once amarillo se adelantó en el marcador con un gol de Alejo y se dejó remontar después de que el técnico cadista se quedara impávido después de que Pellegrini moviese el banquillo con la entrada de Tello y Borja Iglesias, que cambiaron el partido. De hecho, fueron los autores de los dos goles de la remontada. Y no sólo fue eso. El Cádiz CF, hasta ese momento en el que el chileno introdujo los cambios, estaba controlando el encuentro, algo que dejó de suceder justo cuando el Betis se acomodó a los cambios tácticos, inexistentes en el conjunto gaditano.
A raíz de ahí se comenzó a analizar los encuentros de Sergio como más de acción más que de reacción. Los cambios no eran algo que dieran resultado como sí hacía, por ejemplo, su antecesor en el cargo Álvaro Cervera, que leía los encuentros de manera muy acertada en la mayoría de las ocasiones.
Pero el caso es que a Sergio con su acción de planificación le valía y le acabó valiendo hasta conseguir la salvación en la última jornada.
Todo comenzó de la misma forma este curso, aunque sin buen juego y con malos resultados. Para colmo, en esas catastróficas cinco jornadas los cambios introducidos en los encuentros no dieron resultado alguno mientras el de los rivales sí lo hacían. Especialmente sangrante fue el encuentro ante el Celta que se acabó perdiendo 3-0 tras llegarse al descanso con empate sin goles. Justo al salir de vestuario, el técnico celeste, el Chacho Coudet, hizo un doble cambio con el que gana el partido desde la pizarra. Metía al espigado delantero Larsen y Veiga para darle mayor referencia a su ataque y dejar más libre a Iago Aspas. Pues bien, Sergio esperó y esperó hasta que cuando movió el banquillo ya iban dos goles por debajo del marcador.
Pero la reacción de Sergio por fin llegó. Y de la mejor manera posible, con una victoria. Corría el minuto 70 de partido y el Valladolid acosaba al Cádiz CF, que se servía de Ledesma para llevar el partido a ese minuto con empate sin goles. Pero de pronto Sergio reacciona con un doble cambio que sería primordial para la primera victoria en Liga. Sacaba a Zaldua y Negredo por Alejo e Iza y el Cádiz CF comenzó a navegar con mayor estabilidad hasta que en el descuento llegaba el gol del delantero vallecano a centro del lateral vasco, refrescos de Sergio.
Y si bien le fueron los cambios a Sergio ante el Valladolid, no peor le fueron ante el Villarreal, que de nuevo, como el Valladolid perdonaba en la primera mitad a un Cádiz CF que se rehizo gracias a los cambios efectuados desde el banquillo. Álex y José Mari se hicieron con el centro del campo y el Choco Lozano y Lucas Pérez bien pudieron adelantar a los gaditanos de tener mayor fortuna.
Algo ha cambiado en el Cádiz CF en estas dos últimas jornadas y no sólo han sido los resultados. Su entrenador está experimentado un nuevo cambio y comienza a leer lo que nadie puede ver pero él debe saber, Sus cambios, por primera vez desde que llegó al banquillo gaditano, están dando resultados y esto no es más que una buena noticia más dentro del elaborado plan de planificación que contiene el libro de Sergio González que aún está por seguir descubriendo el cadismo.
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