Cádiz Cf
Segundas partes nunca fueron buenas
El conjunto de Sergio González protagoniza un dato que exhibe la caída del nivel defensivo tras el descanso
Sin chistes en Lepe

El Cádiz Club de Fútbol está teniendo una temporada complicada. La gran imagen exhibida en el tramo final de la pasada campaña no pudo ser prologando en el inicio liguero del presente curso, que fue nefasto y ha lastrado mucho a un equipo que, tras superar los contratiempos del comienzo, ha demostrado ser capaz de tener identidad y ser competitivo en cualquier escenario para sacar puntos ante cualquier rival. Sin embargo, los datos hablan por si solos y el conjunto amarillo de Sergio González muestra un claro falto de dominio y resolución en ambas áreas.
En la parcela ofensiva, el cuadro gaditano es el equipo que menos anota de LaLiga (9 tantos). Es la peor marca en el campeonato, que está incluso por debajo del Elche, que siendo colista con 4 puntos lleva un gol más anotado que el Cádiz. Futbolistas como Álvaro Negredo o Choco Lozano no están aportando en la producción goleadora del bloque y solo el vallecano con su trascendental diana en Pucela ha sido capaz de tener una influencia realmente positiva a través del ataque.
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— Cádiz Club de Fútbol (@Cadiz_CF) December 3, 2022
En este aspecto, están siendo otros jugadores los que han sumado la cuota necesaria para estar en la situación actual que, viendo el terrible inicio, puede ser considerada positiva, y más observando el calendario próximo de los de Sergio González, donde tendrán la llave de la permanencia en casa ante su afición. Piezas como Álex Fernández, Rubén Sobrino o Lucas Pérez, que no es un delantero al uso, son los que, desde segunda línea, están logrando perforar la portería rival. El centrocampista madrileño está siendo capital en este sentido y Sobrino, a pesar de sus carencias a la hora de definir, se convierte en una bisagra fundamental para aunar las funciones defensivas y las ofensivas.
Es por eso que la entidad es plenamente consciente de la necesidad de acudir al mercado para aumentar el nivel cualitativo del ataque. El Cádiz requiere de un delantero capacitado para asumir el papel diferencial arriba, algo así como tiene el Mallorca con el kosovar Vedat Muriqi. Hasta el momento han surgido algunos nombres, aunque el más interesante, el de Luis Javier Suárez, ya ha volado.
Pero el Cádiz no solo tiene problemas en el área enemiga. En la suya propia tampoco está siendo capaz de cumplir, algo que ha penalizado de forma grotesca a los puntos del conjunto amarillo a estas alturas de temporada. A pesar de haber ido mejorando progresivamente, el equipo ha acusado ciertos tramos de desconexión y bajones anímicos, sumados a faltas de concentración, que han desembocado en la pérdida de unidades que pueden ser claves a posteriori a la hora de luchar por la permanencia.
Tras 14 jornadas disputadas, el cuadro de Sergio González ha encajado 26 tantos, el segundo equipo de LaLiga, junto con el Celta y solo superado por el Elche (31) que más encaja (26). Lo curioso es que, de todos esos goles recibidos, el 73.07% se han producido en la segunda mitad. Un dato que clarifica los problemas amarillos en defensa y que exhibe que el Cádiz es capaz de lo mejor y de lo peor durante un choque. Ya lo avisa Sergio en cada rueda de prensa cuando habla de ‘minipartidos’.
Sin embargo, este dato no solo habla de los posibles problemas tácticos que pueda sufrir el bloque a la hora de defender ciertas acciones, sino de la facilidad que tiene el grupo para pegar un bajón anímico importante. Algo que se ha ido solucionando con el paso de las jornadas pero que sigue coleando en el presente cadista, y que puede ser consecuencia de la necesidad por ganar que puede sentir el grupo cuando se pone por delante en el marcador y que, inconscientemente, hace que el equipo cometa fallos.
Además, es un dato chocante si nos ceñimos a la historia reciente del Cádiz, que, desde el aterrizaje de Álvaro Cervera en 2016 ha visto como la fortaleza defensiva ha sido uno de sus grandes valedores para entender el éxito del club en la última década. Sergio prorrogó ese estado de gracia con su llegada, pero no está encontrando la tecla en su segunda campaña como técnico del equipo.
Como decimos, 19 de los 26 goles encajados este curso por los amarillos han sido en la segunda mitad, lo que se traduce en la pérdida de muchos puntos y en una debilidad atrás cuando las papas quemas. A destacar, por ejemplo, está el caso de Montilivi, donde el Cádiz perdió dos unidades en el descuento. Ante el Espanyol en casa una nefasta reanudación propició la remontada perica que, afortunadamente, luego fue opacada por Lucas Pérez.
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Frente al Atlético casi se pierden otros dos puntos en la recta final si no llega a ser por el tanto ganador de Sobrino en el descuento. Otros ejemplos, como el ocurrido en Balaídos ante el Celta, ponen de manifiesto que los de Sergio González son capaces de mostrar dos versiones muy distintas en un mismo encuentro. En los partidos en los que el equipo se marchó ya perdiendo en el descanso, tampoco ha sido capaz de mantenerse vivo en el encuentro y ha acabado encajando la derrota, tal y como ocurrió ante el FC Barcelona, el Athletic Club de Bilbao o el Club Atlético Osasuna.
En definitiva, si el Cádiz quiere lograr su tercera permanencia consecutiva en la máxima categoría del fútbol español debe comenzar poniendo los ladrillos desde abajo, y subsanar las carencias que sufre en defensa. Actualmente, jugadores como Chust, Cala o Momo cuentan con molestias y Zaldua estará no disponible hasta prácticamente el final de temporada por lo que, aunque no parezca una prioridad, la entidad amarilla podría usar el mercado para fortalecer también la zaga.
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