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El Cádiz rompe la maldición

El cuadro amarillo fue capaz de vencer en su estreno liguero en Primera División 46 años después

Las notas del Cádiz - Alavés

los jugadores del cádiz celebran el gol de San emeterio. francis jiménez

P.V.

Empezar con victoria siempre es un plato de buen gusto. El Cádiz, en su carta de presentación en la nueva temporada, se llevó un encuentro que, lejos de su brillantez ofensiva, demuestra que los de Sergio González van a ser un bloque muy incómodo para cualquier equipo del campeonato. Además, la victoria contra el Deportivo Alavés también supone superar una maldición que llevaba arrastrando al cuadro gaditano desde la temporada 77/78: no ser capaz de comenzar con una victoria su andadura en Primera División.

En su debut en la máxima categoría, un doblete de Manuel Villalba, delantero roteño, daba la vuelta al tanto inicial de Canito para el Rayo Vallecano. De esta manera, el Cádiz había sido capaz de vencer en su primer encuentro en Primera y, al mismo tiempo, en su estreno liguero. A lgo que no ha sido capaz de repetir hasta esta campaña tras vencer al Deportivo Alavés gracias al tanto de Fede San Emeterio. Y es que los amarillos nunca se han llevado bien con las inauguraciones. En la 81/82, con Milosevic en el banquillo, los gaditanos recibieron un correctivo del FC Barcelona de Udo Lattek (4-0). Quini, Simonsen y Schuster, por partida doble, fueron los anotadores blaugranas.

Dos temporadas más tarde, nuevamente bajo las órdenes del serbio, el Cádiz comenzaba su temporada en casa con la intención de dar el primer paso hacia la permanencia. Visitaba el Carranza el Real Murcia que, con dos tantos de Moyano y uno de Figueroa de penalti, asaltó la Tacita de Plata. Dieguito hizo el gol del honor. Aquel curso, los gaditanos bajaron de nuevo a Segunda.

Tras años como equipo ascensor, se daba inicio a la mejor época de la historia del club en la 85/86, año de regreso a la máxima categoría, donde los amarillos perdurarían por ocho campañas consecutivas. Y en ninguna de ellas fue capaz de cosechar una victoria.

En el primer envite, el Espanyol apalizó a los amarillos con un contundente 5-0. El prólogo de lo que sucedería en las siguientes temporadas. Recibiría otra abultada goleada (4-0) en la 86/87 ante la Real Sociedad de Arconada, Loren o López Ufarte. Un resultado que se repetiría en la 87/88 , aunque esta vez en el Ramón de Carranza frente al Real Madrid. Hugo Sánchez, Gallego y Gordillo machacaron al cuadro dirigido en aquel entonces por Víctor Espárrago.

Helmut Senekowitsh llegó al banquillo en la 88/89 y no lo pudo hacer peor. Duró siete jornadas y tan solo fue capaz de sumar dos puntos. El austriaco, como ya se están imaginando, también perdió en la jornada inaugural: 3-2 ante el Celta de Vigo con Cortijo como autor de los tantos amarillos. David Vidal aterrizó listo para el rescate y se metió en el bolsillo una nueva permanencia para el cuadro gaditano. Pero el técnico gallego no hacía milagros y también salió derrotado de la primera jornada de la 89/90. El CD Logroñés asaltó el Carranza.

Un año más tarde, en la 90/91, el Cádiz se volvió a topar con la derrota. Un solitario tanto de Barbaric para el Burgos era suficiente para sellar un nuevo fracaso en el debut. En la 91/92, otro solitario tanto, esta vez de Michel para el Real Madrid, fastidiaba el estreno en casa. En la 92/93, Valverde y Ziganda enterraron la diana de Milanko.

Hubo que esperar hasta la campaña 2005/06 para volver a disfrutar de un Cádiz de Primera División. Curiosamente, el Cádiz de Víctor Espárrago se veía las caras contra el Real Madrid. Un partido que quedó en el recuerdo debido a la actuación estelar de Robinho (1-2). Y hasta la época actual. Los amarillos regresaron a la máxima categoría gracias a Álvaro Cervera y, como era tradición, perdieron en la carta de presentación ante Osasuna. Un año más tarde, en la 21/22, se alcanzó el mejor resultado: empatar ante el Levante con un gol del ‘Pacha’ Espino en el tiempo de descuento. El año pasado, fue la Real Sociedad quien se llevó el gato al agua gracias a un tanto de Kubo. Pero las maldiciones están para romperse y con esa mentalidad llegaba el Cádiz de Sergio al duelo frente al Alavés.

Y dicho y hecho. Del doblete de Villalba al cabezazo de Fede San Emeterio . 46 años después, el conjunto gaditano ha sido capaz de dar el primer paso en Primera con una victoria. Tres puntos que saben a gloria y que constituyen una prueba inequívoca de que algo está cambiando en el Cádiz. Y para bien, claro. De superar la historia progresivamente va esto de crecer.

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