Cádiz - Alavés
El balón parado lanza al Cádiz (1-0)
Un tempranero gol de San Emeterio tras el saque de una falta por Javi Hernández le da los tres primeros puntos al conjunto de Sergio
Seriedad para ganar y alegría para empezar. El partido, normal por el siempre cansino comienzo de Liga, fue soporífero pero dejó en Carranza los primeros tres puntos que lanzan al Cádiz en esta primera jornada de Liga. Y se lanza a navegar en una nueva travesía, la cuarta consecutiva en Primera, desde el balón parado, un lance en el que la temporada pasada no consiguió marcar ninguna vez y que en el presente apenas habían pasado siete minutos cuando una falta botada por Javi Hernández era rematada a gol por Fede San Emeterio. Y con eso bastó. En frente estaba un recién ascendido como el Alavés, que en ningún momento impacientó a un Cádiz muy unido, bien colocado y con las tablas necesarias para conservar la ventaja conseguida nada más comenzar el duelo.
Desde 1977 no ganaba su primer partido de Liga en Primera División un Cádiz que comienza con buen pie la 23/24. Y lo hace ante un rival directo que mucho debe mejorar para no convertirse en un equipo ascensor. Por su parte, los de Sergio estuvieron firmes, serios y muy sobrios en todo momento, lo que les sirvió para neutralizar a un rival que poco o nada hizo para sumar en su primer desplazamiento de la temporada.
Son tan pocos los refuerzos que han llegado este verano que hacer el once ideal del Cádiz no es un asunto muy complejo. De hecho, la mayoría de los aficionados bien podrían haberlo clavado el día antes. Y con un once de carrerilla pero también de circunstancias salía el equipo de Sergio, que desde los primeros minutos de juego se encargó de intentar hacer lo que ha hecho sin mucho éxito durante el verano. La presión alta y en bloque para ahogar la salida de balón de un equipo al que también le faltaban muchas facultades en este inicio liguero después de once salidas tras el ascenso a Primera.
Desde muy pronto, y tampoco sin exponer una barbaridad, el once gaditano se hizo con el control del juego ante un Alavés con cinco defensas. A pesar de refurgiarse tanto, los babazorros descudairon en balón en no pocas ocasiones. Como en una en la que se hizo con el balón Roger, que se dirigió ante la portería contraria para levantar la cabeza y no poder conectar con Chris Ramos, que llegaba en el segundo palo para rematar.
Aquella fue la primera señal de un equipo que se adelantaba en el marcador pasado el 7' de partido y después de que Alejo encontrase petróleo al ser derribado sobre la línea de fondo por Rafa Marín. El centro, entre disparo y asistente, lo puso potente Javi Hernández y San Emeterio peinaba felizmente para batir al sorprendido meta babazorro. Mucho se habló el año pasado de la carencia a balón parado del conjunto de Sergio y la llegada de Javi Hernández era una solución a un problema que en apenas siete minutos parecía solventado de la mejor manera posible.
El gol dio mayor control aún al Cádiz , que seguía dominando al trote y sin estridencias. El Alavés solo se acercaba mediante balones colgados que eran repelidos por los puños de Ledesma, que al 11' de partido se hacía con un balón disparado sin mucho peligro por el constante Duarte.
El Glorioso ofrecía más bien poco ante un Cádiz tranquilo, dominador y atento a robar el bolón en el centro del campo para crear peligro. De hecho, tras un robo de Machis llegó la primera ocasión del venezolano, que encaró puerta contraria para chutar raso para que contestase Sivera con una estirada apropiada.
Avanzaba el partido por los mismos derroteros y sin que el Alavés diera señales de vida hasta pasado el minuto 40, que Guridi llevó una pelota hasta el área gaditana para asistir a Duarte, que tapado por Iza solo le quedó disparar cruzado para encontrarse con los guantes de Conan, que enviaba a córner.
La pizarra añadía cinco minutos más a una primera mitad en la que volvieron a aparecer Machis y Roger, pero tras la asociación de ambos después de un nuevo robo del vinotinto llegaría un disparo forzado del ex del Levante que repelido a saque de esquina por la defensa vitoriana.
No acabó mal la primera parte el Alavés y desde el primer minuto de la segunda, quiso Luis García Plaza mantener esa dinámica. Tanto fue así, que sacó al veterano Kike García para dar mayor mordiente a un ataque que hasta el momento estuvo desactivado por la muralla amarilla. Nada más salir el ex del Osasuna tuvo una oportunidad pero el centro acabo pasado y su recurso fue asistir de cabeza a un compañero que llegaba desde atrás en una jugada bien controlada por la zaga gaditana,
Mediada la segunda mitad Sergio refrescaba las bandas dando entrada a Sobrino y Pires mientras que García Plaza se atrevía con un 4-4-2 para intentar acercarse al empate. Sin embargo, la tendencia seguía a favor de los amarillos, que veían como Chris Ramos de nuevo se metía hasta la cocina para intentar dar el pase de la muerte a Roger que acabó siendo saboteado por la zaga alavesa. En el 70' entraba Escalante, que duró más bien poco en el campo al ver a roja en el 88' tras levantar la bota hasta la cabeza de Kike García, que incomprensiblemente recibió los reproches del argentino.
Aunque Sergio pedía a los suyos que no se echasen atrás, lo cierto es que la lógica del encuentro hizo que el Alavés adelantase terreno pero sin crearle apenas peligro a Ledesma. Ni siquera con un jugador más pudo el Alavés rozar al Cádiz, que llegaba sin sufrir al final del primer encuentro y la primera victoria en casa de la temporada.
