Un león enjaulado

A Iñaqui Williams se le vio el pasado viernes muy incómodo, enfadado, arisco, protestón, cabreado y molesto con todo. Con él, con su equipo, con los árbitros. Pero sobre todo, con cuatro centrales que le hicieron la visa imposible. Y al final de su derrota, no tuvo otra que aceptarlo. «Marcelino nos pidió en el descanso que atacáramos, pero el Cádiz CF estaba muy replegado, defendió muy bien en la segunda mitad y nos costó ».

Y eso que fue en la segunda mitad, con la entrada de su hermano Nico, cuando incluso el Athletic más inquietó a la organizada defensa gaditana, que volvió a sonreír tras pasar los 90 minutos y echar el cerrojo en la portería.

Williams fue muy autocrítico con su equipo. «Como hemos salido no se puede salir. No estuvimos nada acertados y nos han comido durante los primeros 15 minutos».

A los vascos le pasa como al Cádiz en Carranza, donde aún no han ganado los hombres de Cervera. «San Mamés debe ser un fortín y se nos escapó. Nos pasó lo de años pasados, que es no tener ambición para entrar en Europa. Así será complicado que lo logremos esta temporada».

Para terminar de repasar el encuentro, el delantero dijo que «teníamos que tener movilidad. No hemos estado metidos en el encuentro. No hemos sido el Athletic de esta temporada . Es un partido para corregir y hacérnoslo mirar. Hay que reflexionar y hacer autocrítica. Hay que mejorar muchas cosas. Nos ha faltado ambición».