Cádiz CF

Garrido, una historia interesante

El mediocentro estuvo cerca de colgar las botas mientras el equipo ascendía a Primera

A. C.

Jon Ander Garrido ha mantenido este jueves una conversación con Radio Marca Cádiz en el que ha repasado buena parte de su carrera deportiva, esa misma a la que le ha sacado brillo desde que defiende los colores del Cádiz CF, un equipo con el que celebró un ascenso a Primera hace poco pero no desde el terreno de juego ya que estaba lesionado. Y es que el vasco no lo ha pasado bien personalmente. Así vivió el ascenso: «Lo celebré a mi manera, desde la habitación del hospital con mi novia, que siempre estuvo conmigo», dice un jugador que fue operado de su rodilla en las últimas jornadas del pasado curso.

Eso sí, Garri no fue olvidado por sus compañeros. «No paré de recibir llamadas de mis compañeros aquella noche», recuerda.

A tanto llegó el sufrimiento del mediocentro vasco que incluso no descartó colgar las botas. «Se me pasó por la cabeza porque no veía mejoría y los doctores no sabían con qué tratamiento podía mejorar e incluso algunos me decían que mi lesión no tenía buena vista».

Pasado el mal momento, Garrido no tiene otra que recuperar el optimismo. «Me siento bien ahora, y cuanto más veía que el equipo se jugaba el ascenso sin mí, más pensaba en lo de la retirada».

A sus 31 años, sueña despierto con el Cádiz CF en Primera. Bien sabe él lo que ha costado ya que es junto a Salvi quien sabe lo que es venir de Segunda B con la elástica amarilla. «No se lo cree nadie lo bien que hemos empezado el año. Además, lo estamos haciendo con el juego que nos gusta. Más de uno se ha llevado una sorpresa con el Cádiz CF».

Su debut en Primera no pudo tener mejor escenario, San Mamés. «Fue muy bonito debutar en mi casa. Atrás dejaba meses difíciles . Quizas lo malo fue que no habia aficionados».

Si hay alguien que tiene los pies en el suelo dentro del vestuario del Cádiz CF es Garrido. Y eso que es el único que más está metido en un sueño. No es para menos porque «nunca» pensó que se dedicaría al fútbol. «Jugaba en el Getxo con mis amigos, pero el fútbol nunca fue mi objetivo. La vida me ha llevado a esto y estoy muy contento», dice una persona que se prepara para ser bombero cuando deje de ser futbolista.

De hecho, Garrido no es un futbolista al uso. Claro que le gusta, pero no es muy futbolero. «No lo suelo ver en la tele. Para mí es un trabajo y sé que tengo que cuidarlo, pero no soy de los que ven partidos. No soy futbolero. Veo al Athletic porque soy socio, pero nada más. Me gusta mucho jugarlo y competir, pero no me apasiona tanto».

Se perdió el año del ascenso a Segunda al estar cedido en el Racing de Ferrol. Fue allí donde conoció a su nova y donde también aprendió mucho. «Allí conocí a mi novia, que me ha hecho mejor persona a día de hoy». Y sobre su cesión dice que «en ese momento le ves las orejas al lobo porque te están dando la oportunidad de jugar en Segunda y tienes que aprovecharla».

Sabe cómo funciona el mundo del fútbol y que los métodos que ahora son alabados igual son echados por tierra más adelante. De ahí que la mejor defensa para que sigan triunfando las ideas de Cervera sean los resultados porque «llegará el año en que no gustará tanto pero si los resultados acompañan será difícil que eso pase. Por ahora se hace lo que él diga».

Llega el Cádiz CF a Vigo con muchas lesiones en el eje central de la defensa por lo que su participación como central no es descartable. Si es por él lo tiene claro. «Ya lo he hecho varias veces y la verdad es que me gustaría volver a hacerlo», dice.

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